Recortes al IRS ponen en riesgo la recaudación
Recortes masivos al personal y propuestas para extender recortes fiscales de 2017 amenazan con aumentar el déficit, reducir la recaudación e impactar a las comunidades de bajos ingresos y a los inmigrantes
A medida que la temporada de impuestos de este año llega a su fin, el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) atraviesa una transformación drástica. Se espera que la agencia reduzca su fuerza laboral en un 18% para finales de mayo, lo que significa la eliminación de miles de puestos de trabajo, una medida impulsada por Elon Musk bajo el programa del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Aunque el objetivo declarado es recortar costos, los expertos advierten que estas reducciones podrían costar al gobierno hasta 395.000 millones de dólares en ingresos perdidos durante la próxima década.
Al mismo tiempo, el Congreso, controlado por los republicanos, está presionando para extender las reducciones de impuestos de la era Trump de 2017. Los analistas calculan que esta extensión agregaría 4 billones de dólares a la deuda nacional en los próximos diez años, beneficiando principalmente a los estadounidenses más acaudalados.
Ante este panorama, un panel de expertos en tributación analizó las implicaciones de estos cambios, que impactarán las finanzas públicas, la economía y a los contribuyentes de todo el país. Una de las voces clave fue Natasha Sarin, profesora de Derecho y Finanzas en la Universidad de Yale y presidenta de The Budget Lab, quien aportó una perspectiva única gracias a su experiencia en el Departamento del Tesoro durante los primeros dos años de la administración Biden.
“Lo que quiero hacer es dar una visión general sobre lo que la administración tiene en marcha respecto al IRS y por qué creo que es importante”, comenzó Sarin. Durante su tiempo en el Tesoro, trabajó directamente en temas de administración tributaria y abogó por una mayor financiación y modernización del IRS.
“El IRS va a recaudar alrededor del 97% de los ingresos que financian al gobierno federal. Eso serán cerca de 5 billones de dólares este año”, explicó. Sin embargo, advirtió que, pese a este volumen, el organismo dejará de recaudar aproximadamente 700.000 millones de dólares que le son debidos, en gran medida por los ingresos menos visibles provenientes de contribuyentes de altos ingresos.
Sarin detalló: “Para ciertos tipos de personas que acumulan ingresos de maneras que son menos visibles para el IRS, hay mucho margen para manipular y pagar menos de la verdadera obligación tributaria”. Según las estimaciones, cerca del 30% de la evasión fiscal, unos 200.000 a 250.000 millones de dólares, proviene del 1% más rico de la población.
La académica destacó que la capacidad del IRS para vigilar y auditar a estos contribuyentes de altos ingresos ha sido históricamente limitada: “Ese tipo de trabajo es difícil. Requiere mucha mano de obra, literalmente personas leyendo miles de páginas de declaraciones fiscales corporativas y tratando de entender la ley de sociedades para aplicarla correctamente”.
Con la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación bajo la administración Biden, el IRS había recibido recursos adicionales para enfocarse precisamente en estas auditorías complejas. “Unas horas adicionales dedicadas por el IRS a este trabajo generaban unos recursos en impuestos que, de otro modo, no se habrían recaudado”, comentó Sarin, subrayando la eficiencia de estas inversiones.
Sin embargo, las recientes reducciones presupuestarias están deshaciendo estos avances. Sarin lamentó que “la primera cosa que ha pasado es que el IRS se deshizo de 7.000 empleados en período de prueba”, muchos de los cuales estaban comprometidos con estas tareas especializadas y de alta necesidad.
The Budget Lab, el laboratorio que dirige Sarin, estima que si la agencia se reduce hasta en un 50%, como algunos temen, el impacto sería catastrófico. “Sería como tener un IRS del tamaño que tenía en 1960, cuando la población era 60 millones de personas menor y la economía mucho menos compleja”, advirtió. Bajo este escenario extremo, se proyectan pérdidas cercanas a 400.000 millones de dólares debido únicamente a la reducción de personal.
En conclusión, mientras algunos celebran los recortes como una victoria para la eficiencia gubernamental, los expertos insisten en que la debilitación del IRS amenaza con socavar seriamente la capacidad del gobierno para recaudar ingresos esenciales y mantener el equilibrio fiscal del país. Como sintetizó Sarin: “La reducción de personal tendrá un gran impacto, no sólo en la cantidad de auditorías que se puedan hacer, sino también en el comportamiento de los contribuyentes”.
Impacto de los recortes al IRS y los recortes fiscales propuestos
Mientras se acercan los plazos fiscales y se discuten las propuestas de recorte de impuestos, el impacto de los movimientos para reducir la capacidad del IRS y extender los recortes fiscales de 2017 sigue siendo un tema candente. Michael Kaercher, Director Adjunto del Centro de Derecho Fiscal de la Universidad de Nueva York y exabogado del IRS, compartió sus pensamientos sobre las implicaciones de estas medidas.
“Volvamos un poco al contexto de lo que pasó en 2017”, comenzó Kaercher. En ese año, la administración Trump aprobó un recorte fiscal masivo de aproximadamente 3.5 billones de dólares, dividiendo los beneficios entre recortes fiscales para empresas y para individuos. Para las empresas, el impuesto corporativo se redujo del 35% al 21%, una diferencia significativa.
“Por el lado de los individuos, se establecieron recortes fiscales que se extenderían hasta 2025, con la estrategia de evitar aumentos fiscales, sobre todo para las personas, cuando esos recortes expiraran”, explicó Kaercher. A medida que se acerca el final de ese periodo, el Congreso se enfrenta a la decisión sobre extender esos recortes, lo que podría costar 5 billones de dólares adicionales.
Aunque el Congreso aún no ha concretado los detalles, Kaercher anticipa que la mitad de esos recortes podrían beneficiar al 5% más rico de la población. Este enfoque ha generado debate, pues algunos expertos temen que los beneficios de esos recortes se distribuyan de forma desigual.
El desafío adicional es que, para financiar estas políticas, algunos proponen recortes drásticos en programas sociales. “Están considerando recortes significativos en Medicaid y SNAP, lo que afectaría gravemente a las comunidades de bajos ingresos”, advirtió Kaercher. “Así que si estas propuestas se implementan, incluso si las personas de bajos ingresos reciben un pequeño recorte fiscal, probablemente perderán más en beneficios sociales”.
Una de las cuestiones más complejas es cómo financiar estos recortes sin aumentar el déficit. Kaercher señaló que el uso de una línea de base de política actual —asumir que los recortes fiscales de 2017 serán permanentes sin ningún pago por extensión— es una estrategia de marketing político, que ocultaría más de 3 billones de dólares de los 5 billones de costo.
“Este enfoque es peligroso porque incrementará el déficit de manera insostenible”, subrayó Kaercher.
Pero el impacto más inmediato de estos cambios podría no ser solo financiero. Kaercher reflexionó sobre las consecuencias de los recortes al IRS: “Cuando el IRS experimenta recortes a este nivel, simplemente no podrá cumplir con sus funciones básicas. Esto significa menos personal para manejar las llamadas de los contribuyentes, menos capacidad para garantizar que las declaraciones fiscales sean correctas, y menos programas como el ‘Direct File’ que permiten a los contribuyentes presentar sus impuestos gratuitamente”.
En términos de cumplimiento, Kaercher alertó que el sistema tributario estadounidense podría volverse más opcional. Para los individuos cuyo salario está sujeto a retención, el cumplimiento tributario es casi automático, pero para aquellos sin una estructura de reporte clara, como las grandes empresas o los más ricos, el cumplimiento puede reducirse drásticamente.
“Si tienes una retención de impuestos adecuada, la tasa de cumplimiento puede ser del 99%”, explicó. “Pero si no hay un sistema claro de reportes de información, esa tasa cae a menos del 50%”.
Kaercher también destacó el papel de DOGE, el programa gubernamental destinado a mejorar la infraestructura tecnológica y reducir el fraude. Sin embargo, coincidió con Natasha Sarin en que los recortes al IRS tienen un impacto mucho mayor en la reducción de los ingresos recaudados que cualquier ahorro logrado por la eliminación del fraude.
En resumen, Kaercher dejó claro que los recortes fiscales propuestos beneficiarán principalmente a quienes tengan más ingresos, mientras que los recortes en programas sociales y la debilitación del IRS afectarán a las comunidades de bajos recursos. “Lo que se está viendo es un traslado de la carga tributaria a las familias de ingresos medios y bajos, mientras que los de ingresos elevados, una vez más, salen ganando”, concluyó.
Aravind Boddupalli, impacto en los ingresos fiscales
Aravind Boddupalli, Senior Research Associate en Urban-Brookings Tax Policy Center, aborda las preocupaciones sobre un nuevo acuerdo de intercambio de datos entre el IRS y ICE, y sus consecuencias para los ingresos fiscales, la confianza pública y el bienestar de las familias inmigrantes.
“El rol del IRS es recaudar impuestos federales, y este acuerdo socavaría su capacidad para hacerlo. Los inmigrantes, particularmente los indocumentados, que actualmente presentan impuestos, podrían disuadirse de hacerlo por miedo a la deportación o represalias”, advierte.
Se estima que los inmigrantes indocumentados contribuyen con más de 60 mil millones de dólares anuales en impuestos federales sobre la renta y la nómina. Socavar su participación empeoraría la situación fiscal del país.
Muchos inmigrantes ya contribuyen más de lo que les corresponde en impuestos, pagando impuestos federales sobre la nómina pero siendo inelegibles para beneficios gubernamentales como el Seguro Social.
Preocupaciones sobre la privacidad de los datos
Históricamente, el IRS ha protegido la información de los contribuyentes mediante reglas estrictas de confidencialidad, tal como lo establece la Sección 6103 del código fiscal. Esto incluye una prohibición clara sobre el uso de la información fiscal para fines de ejecución de la inmigración.
El acuerdo rompe estas protecciones, socavando la confianza que las comunidades inmigrantes tienen en el sistema. Muchos inmigrantes, incluidos trabajadores esenciales y propietarios de pequeñas empresas, han confiado en esta confidencialidad.
El firewall de privacidad se implementó para proteger contra los abusos del gobierno, particularmente después del uso de los registros del IRS con fines políticos por parte de la administración Nixon. El acuerdo actual podría violar esta protección, aunque las preocupaciones sobre la privacidad han sido históricamente bipartidistas.
Efectos negativos en las familias inmigrantes
El acuerdo probablemente haría que las familias inmigrantes evitaran los servicios públicos, como la atención médica, los servicios sociales, las escuelas o cualquier área en la que sientan que podrían ser objetivo o llamar la atención sobre su estatus migratorio, incluso si están cumpliendo con la ley.
Según el Urban Institute, el 29% de todas las familias inmigrantes y el 60% de las familias de estatus mixto (donde algunos miembros son indocumentados y otros no) informaron que temen participar en actividades esenciales.
Se espera que estas preocupaciones aumenten bajo la administración actual. Como resultado, muchos inmigrantes pueden no presentar impuestos o reclamar los créditos fiscales para los que son elegibles, como el Crédito Tributario por Hijos o el Crédito por Ingreso del Trabajo.
Esto privaría a muchas familias, incluidos los niños ciudadanos estadounidenses en hogares inmigrantes, de beneficios esenciales para satisfacer necesidades básicas como alimentos, vivienda y cuidado infantil.
Reflexión personal
Boddupalli comparte su experiencia personal como ciudadano naturalizado que estuvo alguna vez con visa de trabajo y temía depender de beneficios gubernamentales o interactuar con las fuerzas del orden por miedo a poner en peligro su estatus migratorio. Enfatiza que “ningún contribuyente, sin importar su estatus migratorio, debería vivir con el temor de ser objetivo al cumplir con sus responsabilidades cívicas, como pagar impuestos”.