La confusión en torno a las nuevas recomendaciones de vacunas
Expertos en salud advirtieron que retrasar o confundir las recomendaciones de vacunación pone en riesgo la prevención de enfermedades graves como hepatitis B, sarampión o COVID-19
El reciente debate nacional sobre las vacunas ha dejado a comunidades, proveedores de salud y familias con más preguntas que certezas. Cuatro expertos en enfermedades infecciosas y salud pública ofrecieron sus perspectivas sobre el impacto de las decisiones federales y estatales, aclarando mitos y resaltando riesgos de salud que podrían regresar si disminuye la cobertura de inmunización
La urgencia de vacunar al nacer contra la hepatitis B
El hepatólogo Maurizio Bonacini abrió la discusión recordando que la hepatitis B no solo causa cirrosis y cáncer de hígado, sino que su transmisión más común es de madre a hijo al momento del nacimiento.
“Un bebé que se infecta sin protección tendrá hepatitis B de por vida en el 90% de los casos”, explicó. Subrayó que el esquema de vacunación al nacer reduce drásticamente el riesgo de infección crónica y cáncer hepático: “Taiwán fue el primer país en demostrar que el cáncer de hígado es prevenible por vacuna”.

Bonacini también cuestionó las declaraciones presidenciales que sugieren retrasar la vacuna hasta la adolescencia: “Decir que la transmisión sexual es la principal vía es simplemente incorrecto. Los datos no apoyan retrasar la inmunización”.
La protección silenciosa del MMRV
La pediatra Bonnie Maldonado, exintegrante del Comité Asesor de Prácticas de Inmunización (ACIP), defendió el valor del MMRV, que protege contra sarampión, paperas, rubéola y varicela.
“Vacunas como esta han prevenido millones de casos de enfermedades graves en niños. Son herramientas seguras y probadas”, aseguró
Maldonado explicó que los riesgos de convulsiones febriles son bajos y transitorios, mientras que los beneficios son contundentes:
“El sarampión fue eliminado en el 2000 en EE. UU. gracias a la vacunación, pero podría volver en cinco años si la cobertura sigue bajando”.
Sobre los rumores que vinculan la vacuna del sarampión con el autismo, fue categórica: “No hay ningún estudio creíble que lo demuestre. Esa idea ha sido totalmente desacreditada”
La realidad de las vacunas contra la COVID-19
El infectólogo Peter Chin-Hong advirtió que, pese al cansancio social, la COVID-19 sigue siendo peligrosa para ciertos grupos:
“Todavía veo en el hospital a personas que están como en 2020”, dijo. Recalcó cuatro poblaciones prioritarias: adultos mayores de 65 años, embarazadas, niños menores de dos años y personas inmunocomprometidas
Criticó la confusión creada por el cambio en las guías: “Pasamos de recomendar claramente a introducir la noción de ‘decisión clínica informada’, lo cual se convierte en una barrera de acceso. Mucha gente simplemente no irá a vacunarse si necesita una consulta adicional”.
Desinformación y confianza en la ciencia
Finalmente, el virólogo Ben Neuman abordó el papel de la desinformación y la necesidad de mantener la confianza en la ciencia. Advirtió que la mezcla de voces políticas y estatales genera más ruido para el público: “El mensaje de salud pública se fragmenta, y eso es peligroso en un contexto donde ya hay tanto escepticismo hacia las vacunas”
Los expertos coincidieron en que la vacunación temprana y sostenida es clave para evitar el resurgimiento de enfermedades que alguna vez se consideraron controladas. Como dijo Maldonado: “Es fácil olvidar estas enfermedades porque ya casi no las vemos, pero existen. Lo que nos protege de ellas son las vacunas”.