EEUU sanciona al Fiscal General de Nicaragua por ser “cómplice” de Ortega
En su calidad de Fiscal General, Morales Urbina es responsable de permitir que el régimen Ortega-Murillo robara bienes inmuebles que anteriormente pertenecían a medios de comunicación independientes, organizaciones internacionales y presos políticos
El Gobierno de Estados Unidos informó que ayer jueves 21 de marzo impuso sanciones económicas a la fiscal general de Nicaragua, Wendy Morales, a quien acusa de ser “cómplice” de la represión acometida por el presidente del país centroamericano, Daniel Ortega.
El Departamento de Estado de EEUU detalló en un comunicado que “como Fiscal General, Morales Urbina silenció las voces de la oposición y confiscó las propiedades de más de 300 nicaragüenses. Apoyó la decisión de Ortega de despojar a los presos políticos exiliados de su ciudadanía”.
Señaló que es responsable del cierre arbitrario de más de 3.500 organizaciones de la sociedad civil, incluidos más de 250 grupos evangélicos. Morales Urbina participó en los ataques infundados del régimen Ortega-Murillo contra instituciones religiosas, que incluyeron acusaciones falsas y detenciones injustas de líderes religiosos. Reafirmamos nuestro compromiso de promover la rendición de cuentas por la conducta maligna del régimen de Nicaragua y sus colaboradores.
El Departamento del Tesoro bloqueó las cuentas y activos de Morales en Estados Unidos y prohibió hacer transacciones con ella porque “es un actor clave en la injusta persecución del régimen nicaragüense contra los presos políticos y la sociedad civil”.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro sancionó a Wendy Carolina Morales Urbina, Fiscal General de Nicaragua, por ser cómplice de la opresión del régimen Ortega-Murillo. La acción de hoy, tomada de conformidad con la Orden Ejecutiva (EO) 13851, según enmendada, apunta a un actor clave en la injusta persecución del régimen nicaragüense contra los presos políticos y la sociedad civil dentro del país.
“La Fiscal General de Nicaragua, en concierto con el régimen Ortega-Murillo, ha explotado su cargo para facilitar una campaña coordinada para reprimir la disidencia confiscando propiedades de opositores políticos del gobierno sin base legal”, dijo el Subsecretario del Tesoro para el Terrorismo y Inteligencia financiera, Brian Nelson. “Estados Unidos reitera su apoyo permanente al pueblo nicaragüense, que continúa rechazando valientemente el autoritarismo del presidente Ortega y su círculo íntimo”.
En 2018, estallaron protestas antigubernamentales en Nicaragua, lo que provocó una represión violenta y continua por parte del régimen Ortega-Murillo. El presidente Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, esposa de Ortega, han consolidado el poder, reprimido protestas populares, encarcelado a opositores políticos y silenciado voces críticas en los medios de comunicación o los han obligado a exiliarse. El presidente Ortega gobierna con un grupo muy unido de figuras confiables en la policía, el ejército y el parlamento. El 9 de febrero de 2023, el presidente Ortega expulsó a 222 presos políticos y los puso en un vuelo a Washington, DC. Según el gobierno de Nicaragua, la deportación de los presos tenía como objetivo proteger la paz y la seguridad nacional y los liberados han sido declarados traidores que pueden Nunca ejerció cargos públicos nicaragüenses. Como resultado, Nicaragua despojó a los 222 expresos políticos de su ciudadanía nicaragüense.
WENDY CAROLINA MORALES URBINA
Wendy Carolina Morales Urbina ( Morales Urbina ) es una ciudadana nicaragüense que fue designada para el cargo de Fiscal General de la República de Nicaragua el 10 de mayo de 2019 por el Presidente Ortega. En su calidad de Fiscal General, Morales Urbina es responsable de permitir que el régimen Ortega-Murillo robara bienes inmuebles que anteriormente pertenecían a medios de comunicación independientes, organizaciones internacionales y presos políticos. En su papel de Fiscal General, Morales Urbina demuestra ser leal al régimen Ortega-Murillo. Ella tiene un gran poder bajo su protección para determinar quién recibe las propiedades.
En varias ocasiones Morales Urbina apareció en su capacidad oficial en varios edificios privados, presentó escrituras a nuevos propietarios y declaró que las propiedades ahora estaban destinadas a uso público. Morales Urbina también se ha apoderado de propiedades de miles de organizaciones no gubernamentales en virtud de una ley explícita para suprimir la libertad de asociación. Morales Urbina llevó a cabo el despojo de todas las propiedades de los 222 presos políticos que fueron desterrados de Nicaragua.
Morales Urbina fue clave para formular la estrategia para designar a los miembros de la oposición nicaragüense como terroristas y bloquear sus recursos financieros utilizando una ley antiterrorista existente.
Morales Urbina es designado conforme a la Orden Ejecutiva (EO) 13851, según enmendada, por ser funcionario del Gobierno de Nicaragua o por haber servido como funcionario del Gobierno de Nicaragua en cualquier momento a partir del 10 de enero de 2007; y por ser responsable o cómplice de, o por haber participado o intentado participar directa o indirectamente en cualquier transacción o serie de transacciones que involucren prácticas engañosas o corrupción por parte de, en nombre de, o de otra manera relacionada con el Gobierno de Nicaragua o una entidad actual o ex funcionario del Gobierno de Nicaragua, tales como apropiación indebida de bienes públicos o expropiación de bienes privados para beneficio personal o fines políticos, corrupción relacionada con contratos gubernamentales o soborno.
Morales Urbina es una de las voces del régimen Ortega-Murillo en los foros internacionales donde se debaten sobre la crisis en Nicaragua y las violaciones a los derechos humanos.
Morales Urbina enmarca sus declaraciones bajo la retórica del gobierno de Nicaragua de ser víctima de grupos defensores de derechos humanos que supuestamente quieren desestabilizar a Nicaragua. Morales Urbina fue nombrada Fiscal General en 2019 en violación de la ley nicaragüense, ya que no había ejercido la abogacía durante los 10 años requeridos antes de su nombramiento.
Fuente: Departamento de Estado de EEUU y Departamento del Tesoro de EEUU