Amenazas a elecciones estadounidenses de 2024

Las elecciones en Estados Unidos se están convirtiendo en un campo de batalla en lugar de una actividad cívica.

La gran mentira de que los demócratas se robaron las elecciones de 2020 sigue siendo creída por una gran mayoría del Partido Republicano y posiblemente algunos independientes.

Vistos los hechos actuales, se proyecta que esta desinformación siga siendo utilizada por Donald Trump y otros candidatos en 2024, aumentando la posibilidad de que muchos crean que la violencia durante y alrededor de las elecciones está justificada.

Entre los inquietantes escenarios posibles, puede suceder que los candidatos de un partido declaren la victoria ante las protestas de los administradores electorales. También que los candidatos declaran fraude incluso antes de que se celebren las elecciones, o después, sin pruebas.

Adicionalmente, los funcionarios electorales son amenazados o perjudicados, o algunos se niegan a contar los resultados electorales que van en contra de su ideología.

Hay que destacar que la desinformación que se produjo en 2020 puede ser hoy aún más perniciosa debido al uso de la inteligencia artificial y las llamadas falsificaciones profundas o “deepfakes”.

Lamentablemente con este cuadro se pueden fomentar protestas violentas antes, durante o después de las elecciones presidenciales, como sucedió en el Capitolio Federal el 6 de enero de 2021.

Reforzar la seguridad

A manera de consejos para los oficiales del departamentos de elecciones del 2024, Gowri Ramachandran, Subdirector del Programa de Elecciones y Gobierno del Brennan Center, sugiere que hagan “Lo mismo que hemos hecho en años anteriores , pero que enfoquemos en tener más seguridad”.

Se refiere  a reforzarla en la infraestructura, para evadir o evitar interrupción cuando hay problemas con las máquinas o falta de personal.

“Las personas deben participar en prácticas para recuperarse de esto y también en una situación donde se dañen las máquinas, hacer una copia a la base de datos o tener exámenes de capacidad, estar seguros que las maquinas puedan trabajar a capacidad máxima”, dice.

También le preocupa la falta de trabajadores. “Lo vimos en 2020, en pandemia y especialmente en personas mayores que eran voluntarios como trabajadores electorales”.

Relata que la gente estaba preocupada entonces por  no tener vacunas, pero ahora existe el reto de no conseguir voluntarios por falta de seguridad, porque no se sienten seguros o por amenazas. “Debemos demostrarles que hay seguridad a los trabajadores; Varios estados han creado programas de confidencialidad para protegerlos”.

Responsabilidad en redes sociales

Nora Benavidez, Asesor Senior y Director de Justicia Digital y Derechos Civiles en Free Press, quiere fomentar una idea esperanzadora en redes sociales.

“Entre mis recomendaciones para las redes sociales y plataformas, destaco que una de las debilidades de los medios de comunicación es que realmente esos esfuerzos de integridad en los no son suficientes”.

Y agrega: “Para darle contexto a esto, me gustaría comentar que las compañías de plataforma en Estados Unidos como Tiktok, Meta, Twiter y Google aceptaron de alguna manera que fallaron en moderar el contenido y esto tomó un rol muy claro en temas de democracia”.

Cita también el caso Brasil, donde la transición de poder tras las elecciones presidenciales se vio enturbiada por desórdenes que recordaron a los del Capitolio en Washington, D. C.

“Vemos que el social media jugó el papel de socavar la seguridad pública y la democracia. Las redes sociales lo hicieron en el periodo previo y durante el intento de golpe de estado de Brasil. Durante 6 semanas las redes estuvieron tóxicas y caóticas. Igual sucede con Medio Oriente, respecto al conflicto de Israel y Gaza”.

A Twitter lo califica como “Una gran falla”, y lo explica: “No es como otras compañías, que han priorizado integridad con la realidad del mundo. Twitter ha estado muy mal, Elon Musk ha removido toda la responsabilidad, cambió todos su equipo directivo y sacó la mayor parte de su personal de confianza y seguridad, incluso sacó a todas las personas relacionas a los temas éticos”.

Meta, Twitter y YouTube también están en esa lista, porque han despedido personal encargado de la moderación y honestidad. “Realmente están despriorizando la salud del contenido en sus plataformas”, lamenta la vocera.

Benavides cierra recomendando que “Las plataformas deberían invertir y reforzar la dotación de personal necesario para salvaguardar la integridad electoral”. Aconseja desarrollar mejores prácticas de transparencia y divulgación .

“Debemos hacer que las cuentas VIP cumplan con los mismos estándares de aplicación que se exigen a otros usuarios. También necesitamos más revisión y aplicación eficiente de los anuncios políticos en todos los idiomas”, concluye.

Trabajadores y adversidades

William T. Adler, director asociado del Proyecto Electoral del Centro de Política Bipartidista, considera que “Siempre ha sido difícil administrar las elecciones, es un trabajo gubernamental que paga muy poco y no es agradecido”.

Agrega que en los últimos años se ha convertido en algo más complejo, “porque hemos incorporado más tecnología y sus procesos y  nuestros trabajadores se han vuelto como supervisores de tecnología informática”.

Sobre los trabajadores en los centros electorales, refiere que el 31 % de los oficiales electorales locales encuestados dejaron sus trabajos por cuestiones de seguridad personal y amenazas; 11% de ellos porque están preocupados por su seguridad y más de un tercio de ellos tendrán derecho a jubilación anticipada.

Alerta que los errores son posibles en el 2024 por la falta de conocimiento. “Suena alarmante al principio, pero luego se investiga y son errores básicos de introducción de datos que no afectan los resultados, todo está diseñado para que salga bien”.

Alerta ante los deepfakes

Con conocimiento en “deepfakes”, inteligencia artificial y panorama político, el director ejecutivo de Witness.org Sam Gregory ha pasado por 5 años tratando de que la gente no disemine el miedo, destaca que eso es lo peor.

Los llamados deepfakes son medios sintéticos que han sido manipulados digitalmente para sustituir de forma convincente las palabras o acciones de una persona por las de otra.

“Estamos viendo generación de imágenes porque eso se puede hacer con cualquier herramienta, prácticamente con un texto. Imágenes y audio también son herramientas que se manipulan, incluso hay programas gratis. Otra cosa que se puede crear y se está usando ahora es crear un avatar”.

Respecto al mal uso de estas herramientas, ha observado qué se usan para poner el blanco a las mujeres, con contenidos sexuales, con su vida privada y pública.

“En las elecciones vemos patrones globales. También en la situación Israel y Gaza hemos visto memes, imágenes bastante realistas y que pueden ser bastante convincentes. Eso lo hemos visto  aquí en Estados Unidos y también en Latinoamérica, en especial en Argentina, donde se usan aún más.

A manera de recomendaciones, Gregory comenta: “No hay muchas herramientas para detectar lo que es real o no, pero realmente los periodistas tienen que buscar varias fuentes y revisar si esa información no es segura, buscar la fuente primaria.

Y cierra: “Esperamos que tengamos mejores herramientas para detectar esto en los próximos años. Es importante que los periodistas sean cuidadosos”.