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Pese a que se intensificaron las patrullas policiales y los programas, Chicago (Estados Unidos) experimentó su fin de semana del Día de los Caídos más violento en cinco años con nueve muertos y 42 heridos.
Cerca de la mitad de los baleados ocurrieron en el West Side, específicamente en un solo distrito policial, el 11, donde hubo dos tiroteos masivos el domingo. Al menos 23 personas fueron baleadas en el South Side. Asimismo, el centro ha sido el escenario de un incremento en los tiroteos.
Este fin de semana pasado fue el más violento desde 2017, cuando siete personas murieron y 45 resultaron heridas, de acuerdo con datos de la policía de Chicago. El año anterior, 69 personas fueron alcanzadas por balas durante el largo fin de semana festivo.
El Departamento de Policía de Chicago había cancelado los días libres durante el fin de semana, sin embargo, el superintendente de policía, David Brown, no ofreció mucha información el viernes pasado sobre la cantidad de policías adicionales asignados para trabajar.
En la misma rueda de prensa en la que habló Brown, la alcaldesa Lori Lightfoot explicó que los programas de fin de semana en 15 vecindarios con un alto índice de criminalidad se llevarían a cabo en la noche para llenar los vacíos de los testimonios otorgados por los jóvenes en dichos barrios.
Muchos de los tiroteos del fin de semana ocurrieron en los vecindarios afectados por la violencia armada.
Fuente: chicago.suntimes