
Trump firma orden ejecutiva para eliminar el Departamento de Educación
El desmantelamiento del Departamento de Educación por parte de Trump podría impactar gravemente la equidad educativa, los préstamos estudiantiles y el futuro de millones de estudiantes en Estados Unidos.
El presidente Donald Trump firmó el 20 de marzo una orden ejecutiva con el objetivo de cerrar el Departamento de Educación de los Estados Unidos.
Aunque el cierre total de la agencia requiere la aprobación del Congreso, esta acción presidencial reduce significativamente los millones de dólares destinados a respaldar los sistemas educativos del país.
“Vamos a devolver la educación a los estados, que es donde debe estar. Es una medida de sentido común y va a funcionar”, dijo Trump al firmar la orden.
“Los maestros, para mí, son de las personas más importantes de este país, y nos vamos a hacer cargo de nuestros maestros”, aseveró.
Con este documento firmado, la secretaria de Educación, Linda McMahon, tiene la facultad de iniciar el proceso necesario para el desmantelamiento del organismo.
Antes de que Trump asumiera el cargo en enero de este año, el Departamento de Educación empleaba a 4,133 personas.

Sin embargo, a principios de marzo, la administración anunció el despido de aproximadamente 1,300 empleados como parte de una reestructuración interna.
Además, esta entidad federal es responsable, entre otras funciones, del programa de préstamos estudiantiles públicos, que ofrece mayores protecciones al consumidor y tasas de interés más bajas en comparación con los préstamos educativos privados.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt dijo que el presidente Trump está cumpliendo su promesa y devolviendo el poder sobre la educación a las familias en lugar de a los burócratas.
“El control de la educación por parte del gobierno federal ha fallado a los estudiantes, a los padres y a los profesores”, añadió Leavitt.
Sostuvo que “el Departamento de Educación ha gastado más de 3 billones de dólares desde 1979 sin mejorar el rendimiento estudiantil: es hora de cambiar”.
Reestructuración y transferencia de control a los estados
En primer lugar, la administración de Trump instruyó a Linda McMahon, secretaria de Educación, para que transfiera a los estados el control de las políticas educativas.
Asimismo, McMahon deberá garantizar que no haya interrupciones en la prestación de programas y beneficios educativos.

Según el Departamento de Educación, “los gobernadores de Estados Unidos saben que el mejor sistema educativo es el que está más cerca del estudiante”.
Por otro lado, Bill Lee, gobernador de Tennessee, respaldó la decisión del presidente a través de su cuenta oficial en la red social X: “El presidente Donald Trump tiene razón: es hora de acabar con el Departamento de Educación y entregar las riendas a los estados”, afirmó.
Además, Lee agregó que “Tennessee ha demostrado que cuando los estados lideran, los estudiantes triunfan. Podemos volver a convertir la educación estadounidense en el estándar de oro a nivel mundial”.
Críticas y preocupaciones sobre la medida
Sin embargo, Bobby Scott, representante demócrata en el Comité de Educación y Fuerza Laboral de la Cámara de Representantes, criticó duramente la orden ejecutiva.
Scott destacó que “la orden ejecutiva del presidente Trump para desmantelar el Departamento de Educación se utilizará para distraer a los estadounidenses del hecho de que los republicanos no están trabajando para abordar los problemas reales que enfrentan los estudiantes y las familias: la ampliación de las brechas en el rendimiento académico, los tiroteos en las escuelas y la carga de los préstamos estudiantiles”.
President Trump's executive order to dismantle ED will be used to distract Americans from the fact that Republicans are not working to address the real problems facing students and families: widening academic achievement gaps, school shootings, and the burden of student loans. pic.twitter.com/eYjyLg2Yiz
— Rep. Bobby Scott (@BobbyScott) March 20, 2025
Igualmente, Scott señaló que “la abolición de una agencia federal requiere una ley del Congreso. La orden ejecutiva del presidente Trump para desmantelar el Departamento de Educación (ED) y ‘devolver la educación a los estados’ será impugnada en los tribunales”.
Asimismo, recordó que el Departamento de Educación se fundó en parte para garantizar el cumplimiento de los derechos civiles de los estudiantes.
“Los defensores de la segregación en las escuelas públicas se opusieron e hicieron campaña para un retorno a los ‘derechos de los estados’”, agregó.

Lo que pone en riesgo
En consecuencia, el representante demócrata subrayó que “desmantelar el Departamento de Educación exacerbará las disparidades existentes, reducirá la rendición de cuentas y pondrá en riesgo a los estudiantes de bajos recursos, de color, con discapacidad, rurales y de inglés como segundo idioma (ESL)”.
Además, criticó que la medida obligará a funcionarios públicos experimentados a abandonar el gobierno federal, siendo reemplazados por personas designadas políticamente.
“Esta acción tiene poca consideración por el daño irreparable que causará a estudiantes, educadores, nuestra futura fuerza laboral y padres, quienes ya están pasando apuros”, concluyó Scott.

Organizaciones educativas se pronuncian en contra
Por su parte, la Asociación Nacional de Educación (NEA, por sus siglas en inglés), el sindicato de educadores más grande de los Estados Unidos, ha sido una voz firme en contra de cualquier intento de eliminar el Departamento de Educación.
En este sentido, la NEA argumenta que este departamento es esencial para garantizar la equidad en el acceso a la educación.
Además, protege los derechos de los estudiantes y proporcionar fondos federales para escuelas públicas, especialmente en comunidades de bajos ingresos.
Además, la organización ha expresado que la eliminación del departamento debilitaría la capacidad del gobierno federal para hacer cumplir leyes clave, como la Ley de Educación para Personas con Discapacidades (IDEA) y la Ley Cada Estudiante Triunfa (ESSA).
De igual forma, la Federación Americana de Maestros (AFT, por sus siglas en inglés) se ha opuesto firmemente a la propuesta.
“Educators are imploring their lawmakers to drop the voucher scam gamesmanship and fully invest in public school classrooms, which serve the overwhelming majority of Texas kids.” — @texasaft President @UnionmanTX #ProtectOurKids https://t.co/8kvTC1Osgt
— AFT (@AFTunion) March 20, 2025
En particular, la AFT ha señalado que eliminar el Departamento de Educación sería un golpe devastador para la educación pública.
Señala que pondría en riesgo programas federales críticos, como los fondos para escuelas de Título I, que benefician a estudiantes en situación de pobreza, y los programas de becas Pell para educación superior.
NEW: The Educational Choice for Children Act would send $136.3 billion in public revenue to private school voucher programs over the next 10 years.
It would also allow the rich to donate stock & avoid capital gains tax, creating a lucrative tax shelter. https://t.co/yCdyFaxtcX
— ITEP (@iteptweets) March 18, 2025
Finalmente, Randi Weingarten, presidenta de la AFT, ha criticado esta idea.
Argumenta que desmantelar el departamento dejaría a los estados y distritos escolares sin el apoyo necesario para garantizar una educación de calidad para todos los estudiantes.
"Public schools are the foundation of strong communities. Instead of siphoning funds away, we should be investing in the schools that serve all North Dakota children." #ProtectOurKids @NDUnited https://t.co/7glGP8xK0A
— AFT (@AFTunion) March 20, 2025
En resumen, estas organizaciones enfatizan que el Departamento de Educación desempeña un papel crucial en la promoción de la equidad educativa y en la protección de los derechos de los estudiantes más vulnerables.
Por lo tanto, su eliminación, según ellos, tendría consecuencias negativas profundas para el sistema educativo estadounidense.
Fuente: Red social Rapid, Comisión de Educación de la Cámara de Representantes, NEA y AFT
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