Programa HOPE: curando traumas raciales

Un programa piloto encabezado por AAPI Equity Alliance está creando programas centrados en la cultura y grupos comunitarios como espacios de curación para cinco asiático-americanos distintas comunidades (camboyana, china, filipina, japonesa y coreana) que buscan hacer sentido de sus experiencias con el racismo y el aumento de los crímenes de odio.

El programa HOPE (Healing Our People through Empowerment) es una iniciativa innovadora desarrollada por la AAPI Equity Alliance en respuesta a los desafíos significativos enfrentados por los estadounidenses de origen asiático durante la pandemia de COVID-19. La coalición de más de cuarenta organizaciones comunitarias en el condado de Los Ángeles se unió para abordar las crecientes hostilidades y el trauma racial experimentado por estas comunidades.

Michelle Sewrathan Wong, directora general de programas de AAPI Equity Alliance, destaca la importancia del programa en un contexto de aumento de ataques racistas y microagresiones contra asiático-americanos: “En el apogeo de la pandemia en 2020, la comunidad asiático-estadounidense soportó episodios de brutalidad en una escala no vista en generaciones en este país. Los políticos los convirtieron en chivos expiatorios por la transmisión del COVID-19, fueron objeto de ataques físicos violentos que los hicieron sentir inseguros y no bienvenidos.”

El programa no solo busca proporcionar apoyo emocional y psicológico a los afectados, sino que también se fundamenta en un marco de curación radical desarrollado por académicos diversos. Este marco, según Anne Saw, PhD, profesora asociada de psicología en la Universidad DePaul, “va más allá de los enfoques individuales para afrontar el trauma racial y utiliza la fuerza de las comunidades para aprovechar su experiencia colectiva y profundizar la resiliencia frente al odio.”

La Psicología de la Curación Radical

La curación radical no se limita a la sanación individual, sino que también se centra en fortalecer el orgullo étnico y el empoderamiento comunitario. Como menciona Yu Wang, facilitador del programa HOPE y terapeuta matrimonial y familiar asociado, “El programa HOPE proporciona un espacio seguro donde los participantes pueden compartir sus experiencias sin miedo a juicios, lo que les permite sanar y fortalecerse juntos.”

Historias de esperanza y resiliencia

Los facilitadores del programa HOPE, como Xueyou Wang del Centro de Servicio de Little Tokyo, han observado cómo los participantes encuentran consuelo en la conexión con otros. Wang relata: “Los participantes hablaron de microagresiones acumuladas durante la pandemia, destacando la importancia de sentirse validados y apoyados en sus experiencias.” Este espacio de apoyo ha permitido a los miembros de la comunidad asiático-estadounidense reunirse, compartir y aprender unos de otros, fortaleciendo así su capacidad para enfrentar los desafíos del racismo y promover el cambio positivo en sus comunidades.

Empoderando a las generaciones futuras

El impacto del programa se extiende más allá de la sanación individual; inspira a los participantes a convertirse en agentes de cambio en sus comunidades. Según Joann Won, facilitadora del programa HOPE y licenciada en psicología, “Los participantes desarrollaron un sentido compartido de aceptación y entendimiento, lo que les permitió enfrentar sus dolores relacionados con el racismo de manera colectiva y constructiva.”

El programa HOPE continúa marcando una diferencia significativa al proporcionar un espacio vital donde las historias de trauma pueden convertirse en historias de esperanza y empoderamiento. A través de la conexión comunitaria y el apoyo mutuo, los participantes no solo sanan individualmente, sino que también fortalecen el tejido social de sus comunidades, promoviendo una curación radical que es esencial para un futuro más inclusivo y equitativo.