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De acuerdo con el calendario que siguen la mayoría de los países de Occidente, el año que comienza es el 2024 después de Cristo, sin embargo, el Mesías de la religión cristiana no nació exactamente hace 2024 años.
Los historiadores aseguran que ese cálculo está mal, ya que lasprimeras generaciones de cristianos no contaban los años tomando como referencia la fecha del nacimiento de Jesús. De hecho, en el Imperio romano usaban diferentes criterios. Uno de ellos era tomar como punto de partida la fundación de Roma (lo cual se indicaba con la expresión latina ab urbe condita, que significa «Desde la fundación de la ciudad).
Otro criterio bastante común er identificar los años según los nombres de los cónsules que estaban en el poder o la edición de las olimpíadas que se celebraba. Siglos después, las generaciones siguientes de cristianos pensaron que la fecha de nacimiento de Jesús era una buena referencia, pero no sabían cuándo había nacido exactamente.
En este sentido, los grupos cristianos se dedicaron a buscar referencias sobre el nacimiento de Cristo en los textos religiosos e históricos disponibles de la época, asimismo, analizaron los censos y las cronologías de los gobernantes.
Más o menos en el año 532 d.C, Dionisio el Exiguo -un monje sirio que vivía en Roma y que era matemático- realizó una serie de cálculos que le permitió concluir que el Mesías había nacido en el año 754 ab urbe condita.
Dionisio propuso que a ese año se le llamara «1 anno Domini», es decir, «el año 1 del Señor». Esta denominación se extendió con el tiempo. El problema fue que siglos después se detectaron algunas imprecisiones, por lo que se realizaron nuevos cálculos. Los historiadores aseguraron que Jesús había nacido tres años antes de la «era de Cristo».
Uno de los momentos claves para este cálculo fue el gobierno de Herodes, gobernador que ordenó matar a los niños de hasta dos años en Belén precisamente para deshacerse del recién nacido que sería «el rey de los judíos», tal como lo señala el relato bíblico del evangelio de Mateo. En este sentido, el nacimiento del Mesías ocurrió entre los años del reinado de Herodes en Judea.
No obstante, cuando los estudios revelaron que el primer cálculo estaba errrado, el conteo de los años ya se había extendido demasiado en el mundo occidental, por lo que no se hizo ninguna modificación.
Para el momento en que se detectó el error de cálculo, el conteo estaba consolidado y extendido y se decidió no hacer modificaciones. A eso hay que sumarle que en la contabilización no existe el año cero (0). El conteo pasa del año 1 a.C al año 1 d, lo que genera un desfase de un año.
Este 31 de diciembre, cuando brindes para despedir al 2023 y recibir al 2024, recuerda que matemáticamente no estamos en el año correcto.
Fuente: CNN