Trump visita Pittsburgh para celebrar acuerdo de U. S. Steel
El presidente Donald Trump visitará este viernes una planta de U.S. Steel para celebrar un acuerdo de 14 mil millones de dólares con la japonesa Nippon Steel. Aunque lo presenta como una victoria, analistas dudan sobre la verdadera naturaleza del pacto
Pittsburgh, PA — 30 de mayo de 2025 El presidente Donald Trump tiene previsto visitar este viernes en la tarde una planta de U.S. Steel en las afueras de Pittsburgh. Celebrará lo que ha calificado como un “acuerdo de asociación planificada” entre la icónica empresa siderúrgica estadounidense y la japonesa Nippon Steel.
Según el mandatario, el trato representa una victoria para la manufactura nacional, pero la falta de transparencia sobre los términos del acuerdo ha generado preguntas.
El acuerdo contempla una inversión de 14 mil millones de dólares y la promesa de crear al menos 70.000 empleos. “Después de mucha consideración y negociación, US Steel PERMANECERÁ en Estados Unidos y mantendrá su sede en la Gran Ciudad de Pittsburgh”, escribió Trump. “Será una asociación planificada que impulsará la economía estadounidense”.
Sin embargo, ni la Casa Blanca ni U.S. Steel han ofrecido información concreta sobre la estructura del acuerdo. La empresa emitió un comunicado en el que agradece al presidente y promete “nuevas tecnologías y miles de empleos en los próximos cuatro años”.
Pero hasta la fecha, no ha presentado documentación ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), ni ha revelado detalles financieros o legales del convenio.
Durante un intercambio reciente con periodistas, Trump pareció confundir a la empresa japonesa con el fabricante de autos Nissan, y admitió que el acuerdo no está completamente cerrado. “Veremos cuál es el resultado final, pero van a invertir miles de millones de dólares en acero… será una inversión con propiedad parcial y estará controlada por EE.UU.”, dijo en el encuentro con los medios.
Una fusión bajo otro nombre
Para muchos analistas del sector, lo anunciado por Trump parece poco más que una reinterpretación del intento de compra de U.S. Steel por parte de Nippon Steel propuesto en 2024, bloqueado por el entonces presidente Joe Biden en enero de este año por motivos de seguridad nacional.
“El gobierno y U.S. Steel pueden llamarlo como quieran, pero esto es claramente una adquisición”, señaló Gordon Johnson, CEO de GLJ Research. Otros expertos consideran que la ambigüedad del lenguaje pretende maquillar el giro político de Trump respecto a un acuerdo que él mismo criticó durante la campaña electoral.
“Todo esto parece intencionalmente opaco”, dijo Phil Gibs, analista de Key Bank Capital Markets. “Se han dado tantos errores, demandas e interferencias políticas que ni siquiera está claro si estamos ante una conclusión o un nuevo comienzo”.
Inquietud sindical y cautela política
La visita de Trump a Pittsburgh despierta gran interés, ya que Pensilvania fue uno de los estados clave que lo llevó de regreso a la presidencia en 2024. Se percibe como un esfuerzo por consolidar apoyo político en vísperas de las elecciones legislativas del próximo año. Su mensaje: atraer inversión extranjera para fortalecer la industria nacional.
Sin embargo, el respaldo no es unánime. El sindicato United Steelworkers publicó un comunicado expresando sus dudas sobre el acuerdo: “No podemos afirmar que esta ‘asociación planificada’ represente un cambio sustancial respecto a la propuesta de fusión de 2023, donde Nippon Steel adquiriría U.S. Steel y la convertiría en una subsidiaria”.
El sindicato reiteró sus preocupaciones sobre el historial de violaciones a las leyes comerciales estadounidenses por parte de la firma japonesa.
Incluso figuras demócratas de alto perfil, como el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, han mostrado cautela. “Mi prioridad siempre ha sido mantener y crear empleos en Pensilvania y asegurar la mayor inversión posible para nuestro estado”, señaló Shapiro en un comunicado, sin llegar a respaldar abiertamente el acuerdo.
Expectativa ante la visita presidencial
Mientras Trump viaja a su visita a la planta de acero en Pittsburgh, políticos, sindicatos e inversionistas estarán atentos a cualquier señal que aclare el futuro de U.S. Steel y el verdadero alcance de la “asociación planificada”. Hasta ahora, las declaraciones han generado más incertidumbre que certezas sobre un acuerdo que podría redefinir el paisaje industrial y político del país.
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