Qué aprendimos del verano más caliente de la historia
En el verano de 2023, se registró la temperatura más alta en la Tierra desde 1880. Este calor extremo ha tenido graves repercusiones en la población, especialmente en grupos vulnerables. Como respuesta, algunos gobiernos locales han nombrado funcionarios como Chief Heat Officers para concienciar a la población y supervisar medidas
El verano de 2023 fue el más caluroso de la Tierra desde que comenzaron los registros mundiales en 1880, según los científicos del Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS) de la NASA en Nueva York.
El calor extremo y sus efectos en la población, sobre todo en la vulnerable, ha pasado a primer plano en ciudades y condados de todo Estados Unidos.
La situación ya ocasiona más fallecimientos entre estadounidenses que cualquier otro incidente meteorológico y la crisis climática ha hecho que esos fenómenos sean cada vez más letales.
En los dos últimos años, hemos asistido a la aparición de un nuevo cargo en algunos gobiernos locales: Chief Heat Officer o un título similar, para funcionarios públicos encargados de sensibilizar a la población y realizar campañas de información sobre el calor extremo, así como supervisar las medidas municipales que responden al problema.
Miami, una ciudad con un clima tropical que hace más peligrosa su temperatura, Phoenix, la localidad más calurosa del país y Los Ángeles, una metrópoli que los expertos predicen que tendrá cinco veces más olas de calor en 2050, son las tres perfiladas por su liderazgo en la «lucha contra el calor».
Adelantarse a los acontecimientos
Jane Gilbert, Jefa de Calor en la Ciudad de Miami, fue la pionera en esta ciudad que enfrenta tanto riesgo por cambio climático. “En 2020, una coalición de organizaciones comunitarias hizo una encuesta sobre el clima, y se descubrió que la principal preocupación era el calor extremo”.
De allí surgió la idea de ese puesto, “que había que trabajar a través de diversos departamentos, porque no es una labor de una sola persona”. Incluyeron municipalidades, universidades, departamentos de salud e iglesias, para servir a 1.1 millones de personas.
En Miami tuvieron 6 o 7 días por encima de los 105 grados Fahrenheit el año pasado y las proyecciones indican que serán el condado con más días por encima de 105 grados a mediados de siglo.
Gilbert alerta que “La mayor cantidad de visitas al hospital por episodios de calor ocurre en códigos postales con altos niveles de pobreza, los cuales tienen exceso de asfalto y escasas áreas verdes”.
Y agrega: “No podemos esperar a que lleguen las advertencias de calor para tomar medidas”. Se hacen avisos en medios tradicionales y redes sociales, no solamente en inglés, sino en español y creole haitiano, los otros dos idiomas más hablados de la ciudad.
Hicieron también entrenamientos para doctores y personas de la comunidad. “Debemos pensar en eficiencia de energía y mitigación. Instalamos 17 mil aires acondicionados que ahorran electricidad”, señala.
También están educando a la gente sobre cómo ahorrar dinero en la energía de los hogares y recibieron 10 millones de dólares para un programa de siembra de árboles.
Cerrar la brecha gubernamental
David Hondula, Director de la Oficina de Respuesta y Mitigación del Calor de Phoenix, viene del mundo académico. Considera que “Hay una brecha de gobierno respecto al calor, tanto a nivel local como federal”. Cree que sin entender los mecanismos del gobierno local no van a ninguna parte. “Tenemos que comprender lo legal”.
Celebra que han aprendido a hacer el trabajo sobre la marcha. “Somos 6 personas y pensamos a largo plazo”.
Están trabajando en esfuerzos bilingües para difundir información, creando documentos que funcionen para los grupos que participan en esfuerzos como plantar árboles.
“En julio tuvimos varios días sobre los 110 grados Fahrenheit, se duplicaron las llamadas a los bomberos por eso. El 40% de las personas fallecidas por calor no tienen hogar”.
Cree que esto puede ser una experiencia sana, humana y segura. “Tenemos centros de enfriamiento gracias a voluntariado, pero necesitamos una capacidad profesional”.
Afirma estar viendo avances a todo nivel, incluso en la Casa Blanca, donde hay personas que trabajan en la materia.
De los planes a la implementación
Marta Segura, Jefa de Calor de la ciudad de Los Ángeles, coincide con los otros voceros en “La tasa inaceptable de muertes y hospitalizaciones en barrios de bajos ingresos, donde no hay suficiente aire acondicionado, la carga de contaminación es alta y existen altos niveles de enfermedades crónicas”.
La vocera llama la atención sobre lo importante que es “Alinear el problema del calor extremo con los objetivos climáticos, con los objetivos de igualdad, con los objetivos de salud”.
A través del Programa de Equidad de su Oficina y en colaboración con líderes comunitarios y organizaciones, se ha colocado la información en 2 mil 300 autobuses, en eventos, en campañas de redes sociales en 7 idiomas.
Recomienda: “Hay que tener un plan integrado en las ciudades, estamos trabajando en esto y lo tendremos listo en marzo”.
Recuerda que el calor extremo no le parecía antes un peligro al público y ahora sí. Cree que esto se debe a que las campañas han sido efectivas.
“Se va a necesitar un gran tiempo para lograr que los hogares tengan suficiente enfriamiento para el verano. Por ello estamos preparando lugares como bibliotecas públicas o centros recreativos que sean refugios para periodos de temperatura extrema. Por 3 horas al día esto puede ayudar”. Otra meta es disminuir la producción de emisiones de carbono en los hogares.
Le preocupa asegurarse de que los planes pasen efectivamente a la implementación. Destaca que también se debe invertir en comunidades saludables y exitosas. “Hay que alinear a los alcaldes y gerentes con este propósito”, dice.