Procesos por violaciones de DDHH en Venezuela “no son negociables” en México
La sociedad civil y defensores de derechos humanos piden participar sobre el tema en México
Los derechos humanos deben ser epicentro de las negociaciones políticas en México sobre Venezuela, mientras que la impunidad de victimarios en procesos por delitos de lesa humanidad no debe ser ni siquiera planteada en esos diálogos, dicen expertos y uno de los delegados opositores.
El gobierno de Nicolás Maduro y la Plataforma Unitaria de partidos que le adversan reanudaron hace dos semanas el proceso de negociaciones en la capital mexicana.
Pasada la primera ronda de conversaciones entre ambas delegaciones, se anunció un acuerdo de corte social para atender las emergencias de salud, alimentación y buena operación de servicios públicos de los venezolanos a través de un fondo millonario que administrarán las agencias de las Naciones Unidas, de acuerdo con los actores del proceso.
Ese mismo día, el gobierno de Estados Unidos flexibilizó sus sanciones económicas contra el gobierno madurista para permitir que la empresa estadounidense Chevron explote y exporte a su territorio petróleo venezolano durante al menos seis meses.
Se conoció que el acuerdo social pactado allana el camino para que, en cuanto se retomen las negociaciones, las partes discutan sobre las garantías políticas y electorales. Entonces, los primeros avances del diálogo de México tuvieron olor a atención humanitaria, petróleo y elecciones, pero poco al respeto de derechos humanos, según los activistas del área.
Si bien voceros de asociaciones civiles aplaudieron la ayuda humanitaria en camino, también han demandado que los derechos humanos formen parte esencial de los diálogos.
Para Beatriz Borges, abogada, defensora de derechos humanos y fundadora del Centro de Justicia y Paz, los derechos humanos “deben estar en el centro” de la discusión política de Venezuela para ayudar a los actores a “tener una visión comprensiva” de la crisis.
“Es una medida de indicador de la dignidad (…) Somos una sola Venezuela que necesita una institucionalidad democrática y la garantía de los derechos”, reclamó la semana pasada durante un foro organizado por el centro de pensamiento estadounidense WOLA.
El diálogo de México se reanudó luego de 13 meses de congelamiento y apenas un acuerdo para reivindicar el derecho territorial de Venezuela sobre la Guyana Esequiba y otro parcial, el año pasado, para concretar planes de atención humanitaria y social dentro del país.
No son negociables
Roberto Enríquez, presidente del partido opositor Copei y uno de los nueve delegados de la Plataforma Unitaria que participan en el diálogo de México, afirmó a la Voz de América que los derechos humanos sí son espina dorsal de sus negociaciones con el chavismo.
“Tanto por la vía de la presión internacional, la popular y la negociación, debemos rescatar un ecosistema de convivencia democrática que se soporte sobre el respeto a los derechos humanos” en Venezuela, comentó el líder político