Navegando los desafíos y soluciones de Medicaid
Una conversación con expertos destacó la urgencia de abordar las cargas administrativas y las inequidades sistémicas, además de mejorar la alfabetización en salud y expandir la cobertura
En una reciente discusión, expertos en políticas de salud se reunieron para analizar ante periodistas el complejo panorama de Medicaid en los Estados Unidos.
La conversación destacó el papel crucial del programa en brindar cobertura de salud a millones de personas, particularmente a las comunidades marginadas, y abordó los desafíos sistémicos que impiden su efectividad.
Los oradores incluyeron a Kathy Hempstead de la Fundación Robert Wood Johnson, Stan Dorn de UnidosUS, Martha Sánchez de Young Invincibles y Joan Alker del Centro para Niños y Familias de la Universidad de Georgetown. Cada uno aportó perspectivas sobre el estado actual de Medicaid y la necesidad urgente de reformas, para garantizar una cobertura de salud equitativa y continua.
Contexto
Kathy Hempstead, Asesora Principal de Políticas en la Fundación Robert Wood Johnson, abrió la discusión subrayando el alcance expansivo de Medicaid y su evolución a lo largo del tiempo. Señaló que Medicaid es “un programa muy, muy grande que nos toca a muchos de nosotros”, enfatizando su papel fundamental en el apoyo a personas de bajos ingresos, personas mayores, personas con discapacidades, niños y mujeres embarazadas.
Hempstead explicó el contexto histórico, señalando que, aunque Medicaid fue diseñado originalmente para grupos específicos de bajos ingresos, la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA, por sus siglas en inglés) buscó ampliar su alcance.
La expansión de Medicaid bajo la ACA tenía como objetivo incluir a adultos de bajos ingresos de entre 19 y 64 años con ingresos por debajo del 138% del nivel de pobreza federal. Sin embargo, Hempstead destacó un revés significativo: “Debido a un fallo de la Corte Suprema en 2012, la expansión de Medicaid bajo la ACA se convirtió en opcional para los estados, lo que provocó brechas críticas en la cobertura”.
Estas brechas han dejado a aproximadamente dos o tres millones de personas, predominantemente de comunidades de color, sin acceso asequible a la atención médica. Hempstead subrayó que esta situación es “un problema de cobertura realmente importante”, particularmente en los estados que no han ampliado Medicaid, concentrados en el Sur e incluyendo lugares populosos como Texas y Florida.
Al abordar la cobertura para inmigrantes, Hempstead señaló que algunos estados han tomado medidas para brindar cobertura de Medicaid sin importar el estatus migratorio, aunque estos esfuerzos son limitados y varían. Concluyó enfatizando preocupaciones en curso, como los obstáculos administrativos que conducen a la “rotación” en la cobertura y la necesidad de mejorar el acceso a servicios especializados y de salud conductual dentro de Medicaid.
El impacto desproporcionado en las comunidades de color
Stan Dorn, Director del Proyecto de Políticas de Salud en UnidosUS, profundizó en cómo los recientes esfuerzos para desmantelar Medicaid han afectado desproporcionadamente a las comunidades de color.
Utilizando estimaciones conservadoras, Dorn ilustró pérdidas asombrosas en la cobertura: “Para los latinos, casi cuatro millones menos están cubiertos por Medicaid en comparación con el inicio del desmantelamiento. Para los afroamericanos, casi tres millones han perdido la cobertura”.
Dorn atribuyó la mayoría de estas terminaciones a problemas administrativos y de procedimiento en lugar de cambios en la elegibilidad. Citó una encuesta que indica que casi el 60% de las personas que intentaron renovar su cobertura enfrentaron serios problemas de procedimiento, como dificultades con los centros de llamadas y documentos perdidos. “Estas pérdidas de papeleo fueron los principales factores de lo que sucedió”, afirmó Dorn.
Al destacar las vastas disparidades entre estados, Dorn señaló que las pérdidas de cobertura infantil varían dramáticamente según la geografía. “Una familia idéntica tiene una probabilidad muy diferente de obtener atención médica simplemente en función del estado en el que vive”, explicó.
Para abordar estos problemas sistémicos, Dorn propuso eliminar las cargas administrativas mediante estrategias como procesos de elegibilidad sin papel utilizando datos gubernamentales existentes, conectando a las familias con asistencia experta e implementando políticas de cobertura continua.
Además, abogó por estándares de rendimiento claros y explícitos para los estados, estructuras de incentivos que recompensen el cumplimiento y auditorías exhaustivas para detectar errores que afecten las decisiones de elegibilidad. Dorn enfatizó que estas reformas son esenciales para garantizar que “nada como esto vuelva a suceder” y para proporcionar atención equitativa a todos los que califican.
Las necesidades de atención médica de los jóvenes adultos
Martha Sánchez, Directora de Políticas de Salud y Defensa en Young Invincibles, llamó la atención sobre los desafíos específicos que enfrentan los jóvenes adultos de entre 18 y 34 años. A pesar de las percepciones comunes, Sánchez afirmó: “Los jóvenes no somos invencibles. Necesitamos atención médica; nos enfermamos y enfrentamos una serie de problemas crónicos”.
Señaló que la mitad de los jóvenes adultos tienen al menos una condición crónica, y las preocupaciones de salud mental han aumentado, con la mitad de los jóvenes de entre 18 y 24 años reportando síntomas de enfermedad mental.
Sánchez habló sobre la naturaleza transicional de la cobertura de salud para los jóvenes adultos, muchos de los cuales pasan de Medicaid a otras formas de seguro debido a cambios en los ingresos, la educación y el empleo. Enfatizó que “los jóvenes adultos siguen siendo la población más alta sin seguro de cualquier grupo de edad”, representando el 47% de la brecha de cobertura de Medicaid.
Al abordar las barreras para una utilización efectiva de la atención médica, Sánchez destacó problemas como la falta de conocimiento sobre la salud y la falta de conciencia sobre los beneficios disponibles, incluidos los servicios de salud mental. Compartiendo perspectivas personales, recordó: «Crecí con Medicaid y no tenía idea de los beneficios de salud mental disponibles para mí».
Young Invincibles se enfoca en proporcionar recursos de alfabetización en salud y abogar por políticas que amplíen y fortalezcan Medicaid.
Sánchez subrayó la importancia de hacer que los sistemas de atención médica sean más accesibles y receptivos a las necesidades de los jóvenes, particularmente a través de la accesibilidad lingüística y la reducción de obstáculos administrativos. Concluyó afirmando que “proteger el futuro de nuestra economía” requiere garantizar que los jóvenes adultos tengan acceso a servicios de salud asequibles y de calidad.
Perspectivas sobre el desmantelamiento de Medicaid
Joan Alker, Directora Ejecutiva y Co-Fundadora del Centro para Niños y Familias de la Universidad de Georgetown, proporcionó una visión centrada en los datos del reciente proceso de desmantelamiento de Medicaid.
Explicó que durante la pandemia de COVID-19, un mandato federal exigía a los estados mantener a todos inscritos en Medicaid, ofreciendo cobertura continua durante una crisis de salud y económica crítica. Sin embargo, al expirar este mandato, los estados emprendieron la enorme tarea de reevaluar la elegibilidad de todos los inscritos.
Alker reveló tendencias alarmantes: “En todo el país, alrededor de 15 millones menos de personas están inscritas en Medicaid a medida que este proceso continúa”. Señaló que los niños han sido particularmente afectados, con una disminución de cinco millones en la inscripción infantil en Medicaid. “Sabemos que las comunidades de color se ven gravemente afectadas por esto, y muchos de estos niños siguen siendo elegibles”, enfatizó.
Al destacar las disparidades entre estados, Alker señaló que estados como Texas y Florida han visto reducciones significativas en la inscripción infantil en Medicaid. “Texas ha liderado con un número verdaderamente impactante: 1,3 millones menos de niños están inscritos”, afirmó. Alker expresó su preocupación de que los errores procedimentales y los retrasos administrativos estén causando que niños elegibles pierdan la cobertura innecesariamente.
Cómo combatir los problemas
Para combatir estos problemas, Alker instó a la divulgación comunitaria y a la asistencia para ayudar a las familias a volver a inscribir a los niños elegibles. Recomendó aprovechar los recursos comunitarios de confianza, como pediatras, escuelas y organizaciones religiosas. Alker concluyó subrayando la urgencia de abordar estos fallos sistémicos: “Necesitamos difundir el mensaje a los padres de que su hijo probablemente aún sea elegible y buscar asistencia para volver a inscribir a esos niños”.
La discusión entre estos expertos en políticas de salud iluminó los desafíos críticos que enfrenta Medicaid y subrayó la necesidad urgente de reformas integrales. Desde abordar las cargas administrativas y las inequidades sistémicas hasta mejorar la alfabetización en salud y expandir la cobertura, la conversación destacó soluciones accionables para garantizar que Medicaid cumpla con su misión de brindar cobertura de salud equitativa y continua a todas las personas elegibles.
A medida que la nación continúa navegando la recuperación post-pandemia, estas perspectivas ofrecen una hoja de ruta para fortalecer Medicaid y, por extensión, la salud y el bienestar de millones en los Estados Unidos.
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