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La pausa en los combates entre Israel y el Grupo Hamás se ha extendido por dos días más. Las agencias de la Organización de las Naciones Unidas han logrado adentrarse en zonas del norte de la Franja a las que no podían llegar antes.
La directora regional del Programa Mundial de Alimentos, Corinne Fleischera, seguró que lo que han presenciado «es catastrófico» y que «hay riesgo de hambruna y de inanición». A juicio de Fleischera, para evitar un escenario así se deben llevar alimentos a gran escala y distribuirlos de forma segura. «Seis días no bastan para proporcionar toda la ayuda necesaria», declaró.
Miles de personas siguen haciendo largas colas para conseguir comida. Tras semanas de entregas muy limitadas, el pasado 26 de noviembre el Programa se unió a un convoy que entregó 7,6 toneladas de comida a unas 23.616 personas en el hospital de Al-Ahli y en las zonas circundantes.
El portavoz de UNICEF, James Elder, estuvo en la ciudad de Gaza el domingo y cuenta que la situación es «desesperada». «Me esperaba lo peor y me sorprendió que fuera incluso peor de lo que había imaginado. Los hospitales para niños, todos los hospitales, son zonas de guerra. Veo niños con heridas horribles en aparcamientos, en colchones improvisados, en jardines por todas partes, médicos que tienen que tomar decisiones horrendas sobre a quién dan prioridad».
Fuente: news.un