Inflación y recesión: ¿Qué nos espera?
TD Securities dijo recientemente que hay más de un 50% de posibilidades de que se produzca una recesión en Estados Unidos en los próximos 18 meses
La tasa de inflación anual de Estados Unidos se sitúa en el 9,1% para los 12 meses terminados en junio de 2022, el mayor aumento anual desde noviembre de 1981 y tras haber subido un 8,6% en el periodo anterior, según los datos del Departamento del Trabajo publicados el 13 de julio.
Cada vez más economistas predicen que el país se dirige a una recesión. Forbes, compañía de medios especializada en negocios, considera que las causas son las interrupciones de la cadena de suministro, la guerra en Ucrania, la elevada inflación y la subida de los tipos de interés.
Por su parte el banco de inversión canadiense TD Securities dijo recientemente que hay más de un 50% de posibilidades de que se produzca una recesión en Estados Unidos en los próximos 18 meses. Agrega que varios indicadores económicos fiables están emitiendo señales de advertencia.
¿Cuáles son las causas de esta inflación? ¿A quiénes afecta más? Y en caso de recesión, ¿qué podemos esperar? Las respuestas a continuación, gracias a un panel de especialistas que sostuvo una reunión en línea con medios de comunicación.
¿Estamos en recesión?
Chad Stone, economista jefe del Centro de Prioridades Presupuestarias y Políticas, definió la recesión como “un descenso de la actividad económica que dura más de dos meses”. En el encuentro aseguró que “Eso no está ocurriendo en este momento y, por lo tanto, no nos encontramos en una”.
Sin embargo, reconoce que hay una compleja serie de factores que están presentes y que eventualmente podrían conducirnos hacia allá.
Para él no es un asunto de exceso de consumo, sino de irregularidades en la cadena de suministros, la cual se originó por la pandemia de COVID-19 y aún no se ha solucionado.
En caso de presentarse la recesión, Stone considera que será “breve y de escaso impacto”. Sin embargo, le inquieta que este tipo de eventos suelen impactar principalmente a los grupos sociales más vulnerables.
Por ejemplo, los latinos han sido quienes han resultado más afectados por el desempleo que desató la pandemia y son quienes más han tardado en reincorporarse al mercado de trabajo.
Un vistazo a las causas
La doctora Rakeen Mabud, de Groundwork Collaborative, aseguró que hay consejeros que sugieren a las grandes empresas aprovechar para sacar la mayor ganancia posible de la situación actual, ya que existe incertidumbre ante el futuro. Este sería un elemento clave para el escalamiento de la inflación.
La experta aseguró que hay empresas que lo han tomado en serio, como las marcas de cerveza Corona y Moderna, que según ella habrían aumentado sus márgenes de ganancia a costa de los latinos, sus principales consumidores.
Algo similar estaría sucediendo con las empresas de tarjetas de crédito Visa y Master Card, quienes anunciaron un aumento de su margen de ganancias. Ambas tarjetas reúnen el 70% del mercado, por lo que la vocera las calificó como un “duopolio”.
Mabud aclaró que “Ellos ganan por porcentaje de ventas, así que sus ganancias ya se han incrementado”, por lo cual no ve razón para aumentar dichos márgenes en este momento y la carga principal la llevarán los consumidores.
Agrega que los grandes empleadores están rompiendo la relación laboral con sus empleados y los dejan a destajo, lo cual los coloca en una situación de mayor vulnerabilidad.
De esta manera, desmiente que la mano de obra tenga una gran carga en el aumento de los precios. Este rubro apenas absorbe el 8% de lo que la gente paga.
Apoyo para los afectados
Alix Gould-Werth, Directora de Política de Seguridad Económica Familiar del Centro de Washington para el Crecimiento Equitativo, considera que cada recesión tiene características únicas.
“La del COVID, por ejemplo, fue la primera recesión en afectar al sector servicios y a una mayoría de mujeres”, ejemplifica. También agrega que las personas de bajos ingresos y baja educación son los primeros en ser impactados. Este patrón golpea además a inmigrantes.
Destaca que “La gente está pagando con tarjetas de crédito y sacando préstamos. Eso es algo peligroso”.
Alerta que “El sistema de apoyo para los desempleados es frágil”. La asistencia temporal para familias, la asistencia nutricional, el seguro de incapacidad, así como los subsidios para la vivienda y el cuidado de los niños, son muy limitados en números.
“No todos los que sean impactados por recesiones podrán ser incluidos en estos programas. Eso incluye a inmigrantes. En general proporcionan muy poco dinero”, señala. Y concluye que “No estamos listos para la siguiente crisis. Deberíamos fortalecer esos programas, para proteger a las familias y que la recesión no sea tan fuerte”.