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Esta semana el papa Francisco pidió una «oración especial» por la salud de Benedicto XVI y, como resultado, las redes sociales están repletas de preguntas sobre el protocolo que activaría el Vaticano.
Si Joseph Ratzinger, de 95 años, llegase a fallecer, la Santa Sede llevaría a cabo un funeral muy similar al registrado en 2005 tras la muerte del papa Juan Pablo II.
Si bien el Vaticano tiene rituales y procedimientos estipulados para el fallecimiento de un sumo pontífice, esta no ha dicho cuáles son las reglas para dicho caso. Lo único seguro es que no tendrán que elegir a un nuevo sumo pontífice.
Si la ceremonia es parecida a la del papa Juan Pablo II, entonces serían nueve días de luto oficial. Entre el primer y el segundo día, el cuerpo de Benedicto XVI sería trasladado a la Basílica de San Pedro para que los fieles católicos puedan decirle adiós.
Simultáneamente se conocería su testamento y últimas voluntades para conocer dónde, cómo y de qué manera quiere ser sepultado.
Después de esto, se llevaría a cabo el funeral de Estado al que asistiría toda la curía y delegaciones oficiales de todo el mundo. Esta ocasión sería única en la historia, ya que un papa en función sepultaría a uno emérito.
Fuente: NTN24