Catherine Valdivieso y la aplicación SwapCo hacen sostenibilidad con estilo

Según Earth.org, la industria de la moda produce más de 100.000 millones de prendas cada año, y se estima que 92 millones de toneladas de ellas acaban en vertederos. Eso equivale a un camión de basura lleno de ropa cada segundo. La misma fuente afirma que, si nada cambia, esa cifra podría aumentar hasta los 134 millones de toneladas a finales de la década, mientras que se prevé que las emisiones de carbono de la industria aumenten un 50 por ciento para 2030.

Para ayudar a revertir esa tendencia, Catherine Valdivieso, directora ejecutiva y fundadora de SwapCo, creó una aplicación diseñada para que la moda sostenible sea social, local y fácil. SwapCo funciona como una “aplicación de citas para la moda”: los usuarios suben fotos de su ropa, deslizan el dedo para encontrar coincidencias y se conectan con otros para intercambiar artículos en persona. Sin embalajes, sin envíos y sin residuos.

Con niveles récord de residuos de ropa en todo el mundo, el trabajo de Valdivieso llega en un momento crucial. A medida que se acercan las fiestas, su mensaje es sencillo: reducir el consumo y redescubrir la alegría de elegir la moda de forma consciente.

“Quería mostrar a mis hijos que las pequeñas acciones importan”

Catherine, ¿qué te llevó a crear SwapCo?
Todo empezó como una llamada de atención personal. Vi The True Cost, un documental sobre el lado oscuro de la moda rápida, y me quedé impactada. Me hizo cuestionar mis propios hábitos. Probé a alquilar ropa, pero todo venía envuelto en plástico y se enviaba desde el otro lado del país. No me parecía sostenible. Pensé: “¿Y si existiera una alternativa local impulsada por la gente?”. Así fue como nació SwapCo.

Has mencionado que tus hijos te inspiraron a emprender esta misión.
Por supuesto. Pienso en el mundo que heredarán, un mundo en el que los retos climáticos y los residuos son una realidad cotidiana. Quería dar ejemplo. SwapCo es mi forma de mostrarles que las pequeñas acciones individuales pueden generar un cambio significativo cuando se multiplican por millones.

Cada año se generan 92 millones de toneladas de residuos textiles en todo el mundo. Solo en Estados Unidos, el consumidor medio desecha 81,5 libras de ropa, lo que equivale a unas 2150 prendas por segundo en todo el país.

Cuando oyes cifras como esas, ¿qué te viene a la mente?
Es asombroso. Pero también me da esperanza. Si podemos prolongar la vida útil de las prendas mediante sistemas como SwapCo, podemos reducir drásticamente esa montaña de residuos. La ropa no debería ser desechable, debería contar historias y vivir muchas vidas.

¿Por qué a la gente le resulta tan fácil tirar la ropa?
Porque la moda rápida lo ha convertido en algo normal. Estamos acostumbrados a comprar artículos baratos, usarlos una o dos veces y desecharlos. Las redes sociales refuerzan eso: la gente no quiere repetir atuendos. SwapCo invierte ese guion. En lugar de desechar la ropa, puedes darle una segunda vida y obtener a cambio algo “nuevo para ti”. Es divertido, social y sostenible.

Para aquellos que no lo han probado, ¿cómo funciona exactamente SwapCo?
Imagina que Poshmark y Tinder tuvieran un hijo. Subes fotos de tu ropa, deslizas hacia la derecha o hacia la izquierda para encontrar una coincidencia y, cuando ambas personas están de acuerdo, chateas para concertar una cita local. No hay envíos, lo que significa menos emisiones y más interacción con la comunidad.

“Estamos cambiando la forma en que la gente ve la moda de segunda mano”

Algunas personas siguen viendo la ropa usada como algo viejo o de baja calidad. ¿Cómo estás cambiando esa mentalidad?
Reformulando la experiencia. Cuando abres SwapCo, ves artículos bonitos y modernos, tesoros que esperan nuevas historias. Se trata de estilo, no de sacrificio. Y como te conectas con personas reales, el intercambio se convierte en algo social y significativo.

Hemos visto historias increíbles: una estudiante intercambió un conjunto para su primera entrevista de trabajo y consiguió el puesto. Otros han hecho nuevos amigos en eventos de intercambio. Algunos usuarios incluso sugirieron ampliar la aplicación más allá de la moda, a libros o equipamiento deportivo. Ese sentido de comunidad es lo que me motiva.

Más allá del intercambio, ¿qué hábitos sostenibles sigues personalmente?
Intento comprar menos, elegir tejidos naturales como el algodón o el lino y arreglar o reciclar lo que ya tengo. También comparto ropa con amigos. La clave es el progreso, no la perfección. Los pequeños cambios se suman cuando todos los hacemos.

“Durante las fiestas, regala experiencias, no solo cosas”

Se acercan las fiestas, una época en la que se dispara el consumo. ¿Cómo se puede hacer que sean más sostenibles?
Todo es cuestión de intencionalidad. En lugar de comprar cosas nuevas, considera regalar experiencias, como un viaje o una comida juntos, o regalos de segunda mano que cuenten una historia. Un artículo usado puede tener más significado que algo nuevo de una tienda.

¿Y qué le dirías a quienes siguen queriendo disfrutar de la moda y hacer regalos sin dejar de ser conscientes?
Céntrate en la creatividad. Intercambia un atuendo para tu fiesta navideña. Regala algo con una historia. La moda consciente no se trata de privarse, sino de encontrar la alegría en las elecciones que son mejores para el planeta.

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