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El Ministerio de Salud de Brasil anunció este jueves dos nuevos contagios de la variante ómicron del COVID-19, ambos detectados en personas que estuvieron llegaron a Brasilia desde Sudáfrica el mes pasado. Ya suman 5 los casos confirmados en el país.
Ante esto, el presidente del país, Jair Bolsonaro, aseguró que su gobierno no impondrá un pasaporte sanitario, ya que la «libertad está por encima de todo» y es decisión de cada ciudadano vacunarse o no. «No hagamos de la vacuna un caballo de batalla para intereses políticos», dijo el mandatario, quien agregó que nadie puede «ser amenazado con perder derechos o ser despedido por no vacunarse, porque la libertad no tiene precio».
El ministro de Salud, Marcelo Queiroga, coincidió con Bolsonaro y criticó a los intendentes y gobernadores que empezaron a exigir certificado de vacunación para entrar a lugares cerrados.
Para Queiroga, no sería efectivo aplicar cuarentenas estrictas. «No podemos salir de una situación libertaria de fiesta, Año Nuevo y Carnaval para una situación de cierre total de nuestra economía, porque ya sabemos la consecuencia de ello».
El estado de Sao Paulo canceló la fiesta de fin de año en la Avenida Paulista y suspendió la flexiblización del uso de mascarillas ante la nueva variante. Las autoridades de Río de Janeiro, por su parte, decidieron exigir un pasaporte de vacunación para ingresar a todas las actividades sociales y comerciales de la ciudad.
Fuente: Página12