Así vive Latinoamérica la Semana Santa: Procesiones, fe y tradiciones

La Semana Santa representa la festividad cristiana más importante del año, ya que conmemora los momentos cruciales de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, de acuerdo con el Vaticano.

A lo largo de estos días, las comunidades religiosas llevan a cabo ceremonias especiales en las iglesias, mientras que en las calles se organizan procesiones, dramatizaciones y diversas actividades que varían significativamente entre los países latinoamericanos.

Según la institución cultural Casa de América, la Semana Santa constituye la fiesta católica más relevante del año.

Originalmente denominada «La Gran Semana«, hoy se conoce como Semana Santa o Semana Mayor, y sus días reciben el nombre de días santos.

Todos los países de América Latina celebran esta festividad, compartiendo un denominador común pero manifestando particularidades propias que la convierten en un gran atractivo turístico.

Celebraciones en México y El Salvador

En primer lugar, en México, la Pasión de Jesucristo en Iztapalapa destaca como una de las celebraciones más concurridas del continente.

Cada año, cerca de tres millones de mexicanos se congregan en el Cerro de la Estrella, donde desde 1843 se realiza una representación en vivo de la Pasión.

Miles de participantes cargan cruces o caminan descalzos en busca de expiación.

Además, en Michoacán, se recuperan tradiciones indígenas a través de artesanías como cristos de caña de maíz y orquídeas en cruces de espejos.

Por otro lado, El Salvador ofrece celebraciones únicas. En Sonsonate, la procesión del Santo Entierro de Cristo el Viernes Santo es reconocida mundialmente por sus alfombras elaboradas con serrín teñido.

Asimismo, el municipio de Izalco celebra «La Procesión de Los Cristos» el Jueves Santo, donde trece cofradías indígenas portan imágenes de Cristo adornadas con palmas bendecidas.

Las comidas típicas incluyen pescado seco envuelto en huevo y dulces de frutas.

Tradiciones vivas en Colombia, Guatemala y Perú

En cuanto a Colombia, la ciudad de Popayán mantiene una tradición de más de 400 años en sus procesiones de Semana Santa.

El derecho a participar como carguero se hereda de padres a hijos, considerándose un privilegio.

Desde el siglo XVII, se acostumbra a encalar las fachadas para el paso de las procesiones.

Adicionalmente, los niños protagonizan las «procesiones chiquitas» una semana después.

La artesanía local refleja la riqueza cultural del Cauca, con maestros tejedores y carpinteros que transmiten sus conocimientos ancestrales.

De manera similar, en Guatemala, la Semana Santa es la celebración cultural más grande.

Inicialmente con danzas y elementos dramáticos medievales, evolucionó hacia los Autos Sacramentales.

Las alfombras de serrín, flores o frutos son un ejemplo del sincretismo religioso y cultural, recordando las alfombras prehispánicas.

Cada procesión va acompañada de bandas marciales que interpretan marchas fúnebres. La gastronomía se centra en aves, productos del mar y dulces típicos como el bacalao a la vizcaína y las torrejas.

Por su parte, Perú también vive intensamente la Semana Santa, especialmente en Ayacucho, conocida como la «ciudad de las iglesias».

Las tradiciones católicas se fusionan con costumbres indígenas, creando un colorido especial.

A las solemnes procesiones se suman mercados artesanales y corridas de toros.

Destacan la «Entrada del chamizo» el Domingo de Ramos y el emotivo «Encuentro» el Sábado de Gloria.

En Tarma, se realizan concursos de alfombras y arcos florales, mientras que en Cuzco se venera al Señor de los Temblores con procesiones adornadas con tapices especiales. La gastronomía incluye doce platos típicos con pescado seco y postres de maíz.

Costumbres en Bolivia, Venezuela y Ecuador

En otro orden de ideas, Bolivia presenta la peculiar costumbre de la Kespiyariña el Viernes Santo, donde se realizan pequeñas travesuras y robos aprovechando la creencia de que Dios está muerto y no puede ver.

También es significativa la peregrinación a pie hacia el Santuario de la Virgen de Copacabana.

En contraste, Venezuela mantiene la tradición de la Quema de Judas, especialmente en Caracas, simbolizando la traición y el descontento popular.

En Chacao, los palmeros suben a las montañas para recoger hojas de palma, recordando la entrada de Jesús en Jerusalén, una tradición que data de hace más de 200 años.

Finalmente, Ecuador celebra el arrastre de caudas en la catedral de Quito el Miércoles Santo, una ceremonia única donde el obispo agita una bandera negra con una cruz roja sobre los canónigos.

En San Juan del Valle, se representa en vivo la Pasión y crucifixión con miles de personas vestidas de época. La gastronomía se centra en la fanesca, una sopa de granos y pescado.

Celebraciones con influencia portuguesa en Brasil

Por último, Brasil vive la Semana Santa con procesiones y rituales similares a otros países sudamericanos, pero con un contexto particular.

Destaca la Procesión del Encuentro, con raíces en una hermandad portuguesa medieval, donde dos procesiones se unen tras los sermones de las Siete Palabras.

El Canto da Verónica es otro ritual presente en casi todo el país. Además, durante la Semana Santa, las calles se decoran con alfombras de materiales diversos antes del paso de las procesiones, especialmente en ciudades históricas como Ouro Preto.

Fuente: Vaticans News, prensa de Casa de América y turismo religioso

También puedes leer: Daniel Noboa es reelegido: ¿podrá cumplir lo que prometió?

En Telocuentonews, te ofrecemos las mejores noticias de Latinoamérica, con información actualizada sobre clima, sucesos, eventos y más. Mantente informado con nosotros y no te pierdas lo que sucede en Latinoamérica. ¡Visítanos a diario para estar al tanto!