Asesinato de mujer trans estremece a Colombia
Sara Millerey fue brutalmente asesinada, en un crimen que ha generado indignación internacional. Fue golpeada, arrojada a una quebrada y murió en un hospital. Su caso, aún sin responsables identificados, expone la creciente violencia contra personas LGBTIQ+ en Colombia
La violencia transfóbica volvió a golpear en Colombia. Esta vez, la víctima fue Sara Millerey, una mujer trans de 32 años que fue torturada y asesinada el pasado fin de semana en el municipio de Bello, departamento de Antioquia.
Su crimen, grabado en video y viralizado en redes sociales, ha generado un amplio repudio dentro y fuera del país, incluyendo pronunciamientos del presidente Gustavo Petro, la Organización de Naciones Unidas, la Defensoría del Pueblo y diversas organizaciones defensoras de derechos humanos.
Según información de la Fiscalía General de la Nación, el caso está siendo investigado por un fiscal de alertas tempranas de homicidio en Medellín, en coordinación con el Grupo Nacional de Trabajo para la Investigación de Violencias Fundadas en la Orientación Sexual y/o Identidad de Género de las Víctimas. Hasta ahora, no se han identificado sospechosos ni se han realizado arrestos.
Detalles de una agresión cargada de odio
Las autoridades locales han confirmado que Sara fue brutalmente agredida: le rompieron los brazos y las piernas antes de ser arrojada a una quebrada. Pese a las fracturas, logró aferrarse a unas ramas para no ser arrastrada por la corriente. Fue hallada aún con vida y trasladada a un hospital, donde finalmente falleció.
“Fue un acto atroz y cargado de odio”, declaró la alcaldesa de Bello, Lorena González, en un mensaje publicado en su cuenta de X. González anunció que su administración ofrecerá una recompensa de 50 millones de pesos (unos US$ 11.600) por información que conduzca a los responsables. “No podemos permitir que la transfobia siga cobrando vidas en silencio”, enfatizó.
Cifras alarmantes de violencia LGBTIQ+ en Colombia
La Defensoría del Pueblo confirmó que en los primeros tres meses de 2025 ya se han registrado al menos 13 transfeminicidios en Colombia, mientras que el Observatorio de Derechos Humanos de la ONG Caribe Afirmativo eleva la cifra total de asesinatos de personas LGBTIQ+ en lo que va del año a 25, 15 de ellos contra personas trans.
Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo, expresó su consternación: “Nos angustia el nivel de sevicia, crueldad y dolor. La diversidad nos está costando la vida”. También hizo un llamado urgente a que las autoridades locales del Valle de Aburrá y Cali, las zonas con mayores índices de violencia hacia esta población, tomen medidas efectivas y sostenidas.
Reacciones del Gobierno y organismos internacionales
El presidente Gustavo Petro se sumó a las voces de indignación al compartir el video del crimen en sus redes sociales,. Asimismo, pidió a la Policía Nacional dedicar todos los esfuerzos para esclarecer el caso. La Policía, sin embargo, declinó hacer comentarios al respecto.
El Ministerio de Igualdad y Equidad, en un comunicado, exigió una investigación con celeridad y enfoque diferencial, señalando que este crimen “enluta al país y evidencia las violencias estructurales que siguen afectando a las personas trans y LGBTIQ+”.
La representación de la ONU en Colombia también se pronunció, instando a que se investigue, juzgue y sancione a los responsables. “No puede haber impunidad ante un acto tan despiadado”, subrayó la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
“Aleja de mí toda maldad”: las últimas palabras de Sara
Mientras tanto, se conocieron fragmentos del diario personal de Sara Millerey, donde mantenía un íntimo diálogo con Dios. En una de sus oraciones escribió: “Aleja, Señor, de mí toda maldad, toda maldad, toda mala actitud y toda mala acción; toda idea en contra de mí y, sobre todo, el hecho de violencia o que me deje sin vida”.
En otro pasaje, expresó: “Cuando esté triste, consuélame; cuando sienta dolor, cúrame; cuando esté tentada por el mal, apártame de eso y guíame por la senda correcta”.
Exigen justicia
El crimen de Sara Millerey no solo desnuda la crudeza de la transfobia en Colombia, sino que ha despertado una ola de indignación que se expresa en múltiples “velatones” organizadas en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali. Colectivos y ciudadanos exigen justicia no solo para Sara, sino para todas las víctimas de la violencia por orientación sexual e identidad de género.
La Colombia diversa que Sara soñó —y por la que oraba— aún está por construirse. Pero su nombre y su tragedia han encendido una alarma que ya no se puede ignorar.