Venezuela: Denuncian que una madre fue injustamente detenida por acusar a su exesposo de abuso sexual contra su hija
Amenazas, acoso y persecusión. Ese es el trato que ha recibido durante los últimos meses la madre de una niña de tres años que denunció a su exesposo en junio del año pasado por abusar de la menor. Este viernes, la familia denunció que la madre de la niña, Crist Angela De Agrela, fue detenida por supuesta difamación en el estado Bolívar (Venezuela).
Su ex pareja y padre de la niña, Jesús Alberto Salazar Acosta, fue privado de libertad en junio por dicho delito de abuso sexual. La menor, que en aquel entonces tenía dos años, fue sometida a un examen forense por las autoridades del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en San Félix, una comunidad ubicada al este de Ciudad Guayana.
Aunque el resultado de medicina forense arrojó que la niña había sufrido abuso en ese momento y mostró rastros anteriores, la defensa de Salazar Acosta asegura que la madre está mintiendo. De hecho, De Agrela denunció en agosto del año pasado que estaba viviendo una «pesadilla», ya que había recibido amenazas para que retirara la denuncia.
«Carros me persiguen, personas me llaman a mi casa y teléfono personal, y un hombre me abordó diciéndome que dejara eso así», expresó la madre de la niña en aquel entonces.
«Las amenazas que he recibido abarcan peligro tanto para mí como para mis hijos, diciendo que nos van a desaparecer a todos si seguimos adelante con el proceso (…) incluso su jefe, acudió a mi casa a ofrecerme dinero, a decirme que tenía influencia y que debía retirar la denuncia, también me amenazó diciendo que conocía gente mala que podían hacerme cosas», añadió.
Las abogadas querellantes de esa denuncia, Yamileth Carvajal y Yenny Betancourt, alertaron al fiscal superior del estado Bolívar, Luis Alfredo Roa Reyes, así como al fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, sobre lo que está ocurriendo para que la privativa de libertad contra el padre biológico de la niña sea ratificada con una condena formal.
Pese a los esfuerzos, la madre de la niña fue detenida por presunta difamación y, como si no fuera suficiente, le quitaron a sus hijos (la hembra de tres años y un varón de seis años) por un período de 14 días. Los menores se encuentran ahora con la hermana del hombre acusado de abuso sexual.
De acuerdo con la denuncia presentada por De Agrela el año pasado, la familia de su ex esposo tiene «buenas conexiones» con empresarios y funcionarios chavistas en la región de Guayana. Una fuente que prefirió mantenerse bajo anonimato, afirmó que el fiscal principal del estado Bolívar fue «comprado».
«Ellos (la familia del acusado) le pagaron a todos. Tienen dinero y conexiones. Se la llevaron detenida por orden del fiscal principal del estado, al que le pagaron para que ahora la acusen a ella», dijo la fuente.
Salazar Acosta estaba recluido en el Centro de Coordinación Guaiparo desde el 11 de junio, fue imputado y puesto a la orden de la Fiscalía Décima con competencia en materia de Protección del Niño, Niña y Adolescentes, cuyo expediente es MP-126642-2022s. Esta causa la lleva el Tribunal Primero de Control con Competencia en Violencia de Género.
Los hechos relatados en agosto de 2022
La madre de la niña contó que el 10 de junio su hija se quejó de un dolor que sentía en la zona íntima. «Cuando la estoy revisando, noté que estaba irritada. Entonces le pedí a mi mamá que me pasara la crema que usaba para la pañalitis. Cuando se la voy a aplicar, ella no quería. Le pregunto por qué, y me dice que le duele. Yo le digo que hay que aplicársela para que mejore porque está irritada, pero ella me dice que no, que le duele, que papá la tocó y la puyó allí indicando sus partes íntimas».
«Entonces yo le pregunto: ¿papá te tocó? Y ella me dice: sí. Le pregunté nuevamente en dónde te tocó papá, y ella se señaló su vagina. Le dije: vamos a lavarte. Cuando la estoy lavando, me dice que papá la tocó, le volví a preguntar dónde, y señaló nuevamente su vagina. Le pregunté en qué parte de la casa la tocó papá, y ella me dijo que en el cuarto, siendo este el único lugar donde ellos podían estar solos», añadió De Agrela.
De inmediato, la madre de la niña le notificó a la abuela materna lo que había pasado y se trasladaron hasta la sede del Cicpc. «Nos indicaron que mi hija fue abusada sexualmente. En ese momento empezó esta pesadilla para mi hijita de dos años, para mí y mi hijo de cinco años».
Ante esto, las autoridades procedieron a detener a Salazar Acosta. La audiencia de presentación se había fijado para el día lunes 13 de junio, pero se difirió porque el denunciado cambió de defensa pública a privada.
Al día siguiente, el 14 de junio, se celebró la audiencia ante el Tribunal Primero de Control de Violencia contra la Mujer, pero De Agrela tuvo que retirarse de la audiencia porque su hija -que estaba presente- comenzó a llorar.
«Ese mismo día salí del tribunal a mi casa con mis dos hijos y mi madre. Recibí una visita inesperada a las 7:00 pm, después de la audiencia de presentación, del propio jefe del papá de la niña (y empresario de la zona). Vino a mi casa el mismo día de la presentación a amenazarme y decirme que yo sabía quién era él, que tiene todo el dinero y el poder y que podía cambiar todas las actuaciones comprando al mejor forense del país y todos los entes», contó.
De Agrela relató que estuvo casada con Jesús Alberto por siete años, tiempo durante el cual tuvieron dos niños (un varón de cinco años y una hembra de dos años). Aunque llevaban dos años separados, el hombre seguía viviendo en la misma casa, solo que dormía en otra habitación.