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Un avance en derecho al voto: el caso Alabama

Una inesperada decisión de la Corte Suprema echó para atrás redistribuciones irregulares de distritos, abriendo la posibilidad de otros fallos favorables en casos similares

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El pasado 8 de mayo, el Tribunal Supremo de Estados Unidos sorprendió a muchos observadores cuando el conservador Brett Kavanaugh se unió al juez John Roberts y al ala progresista del tribunal para fallar por 5 a 4 que el mapa del Congreso de Alabama violaba la Sección 2 de la Ley de Derecho al Voto de 1965, al diluir los sufragios de los residentes afroamericanos del estado.

El tribunal declaró que en Alabama, un estado donde hay siete escaños en el Congreso y uno de cada cuatro votantes es negro, la legislatura estatal dominada por republicanos había negado a estos votantes una oportunidad razonable de elegir un segundo representante.

La decisión podría tener repercusiones en otros estados, con la reconsideración de cómo se trazan las líneas de distritos electorales en zonas con una importante población de color.

El fallo de la mayoría también rechazó una petición de suavizar la Sección 2 de la Voting Rights Act, que prohíbe las prácticas electorales (en este caso, la redistribución de distritos) que denieguen o restrinjan el derecho de voto por motivos de raza.

La decisión sobre Allen contra Milligan fue considerada una excelente noticia por los defensores del derecho al voto, especialmente después de años de malas noticias de los tribunales en este ámbito.

El resultado puede influir en otro similar pendiente en Luisiana y en al menos otras 30 demandas de redistribución de distritos en 10 estados.

 

El caso en detalle

 

Stuart Naifeh, director del Proyecto de Redistribución de Distritos del NAACP Legal Defense & Educational Fund, Inc., fue uno de los abogados en el litigio Milligan ante el Tribunal de Distrito y la Corte Suprema.

El caso en cuestión se inició por una redistribución de distritos aprobada en 2021, basada en el censo de 2020. Por ello, NAACP se unió a otros demandantes, basados en la ya mencionada Sección 2 de la Ley de los Derechos del Voto.

“Allí, expresamente se prohíbe la redistribución de distritos que diluya los derechos ciudadanos, ya sea agrupándolos en grandes números dentro de pocos o incluso sólo un distrito y a veces, también, agrietando las comunidades de color a través de múltiples distritos. Así, su influencia en cualquier distrito específico se reduce al mínimo. Alabama hizo ambas cosas”, relata el vocero.

Los demandados abogaban por un nuevo esquema que alegaba “neutralidad en la raza”. “No puedes dejar fuera de consideración la raza cuando estás tratando de solucionar la discriminación racial”, razona Naifeh. Y añade que por eso la Corte Suprema rechazó sus argumentos.

Para el especialista es de alguna manera contradictorio que haya tanto entusiasmo porque se haya conseguido una victoria y cumplido la ley. “Esto significa que las cosas tienen que cambiar. Hay que reforzar las leyes y restaurar la Sección 5 de la Ley de Derecho al Voto”, razona.

Una alegría inesperada

 

Evan Milligan, principal demandante en el caso Allen contra Milligan y Director Ejecutivo de Alabama Forward, es el centro de esta información. Reconoce haber sido el primer sorprendido, pero también lo celebró junto a su familia.

Señala que está muy agradecido por el resultado. “Creo que es alentador para las personas que están sintiendo que los que se preocupan por la democracia y la libertad en el país, están experimentando una pérdida tras otra. Eso es muy desmoralizador”.

Dice que la noticia tienen un gran significado para la comunidad con la que trabaja, además de lo que significa para su propia familia. Agrega que es posible lograr un cambio. “Pelear por estos asuntos es necesario para beneficiar a toda la comunidad afrodescendiente”, subraya.

Cottonbro Studios – Pexels

Resalta la forma en la que los medios de comunicación están reaccionando: “Hacen artículos y encuestas sobre quiénes pueden lanzar sus candidaturas a ese potencial segundo distrito. Es realmente interesante el nivel de interés en esta oportunidad de liderazgo cívico”.

También percibe una más amplia visión a largo plazo sobre lo que Alabama y sus organizaciones  van a seguir haciendo, en cuanto a derechos de voto y la construcción de un movimiento para trabajar más cohesivamente.

Recuerda que aún queda mucho trabajo por delante, y cita los juicios aún pendientes por asuntos similares.

Capacidad fortalecida

 

Thomas A. Saenz, Presidente y Consejero General del Mexican American Legal Defense and Educational Fund, coincide en que se trata de “Una decisión inesperada. Es una tremenda victoria para el derecho al voto”.

Considera que la capacidad de las personas de color para impugnar los mapas de redistribución de distritos se verá fortalecida de ahora en adelante, gracias a este fallo.

Saenz resalta que la Sección 2, objeto de disputa en este caso, es la principal disposición en el derecho al voto, “por eso se ha usado siempre para impugnar la redistribución”.

De acuerdo al experto, esta sección sirve para protestar algunos obstáculos de acceso a la boleta electoral, como son los casos de identificación de votantes, así como también limitaciones al ejercicio del voto.

A partir de este resultado positivo, Saenz convoca a “seguir haciendo”. Cree que es el momento adecuado para continuar la labor de garantizar los derechos de los votantes, logrando más y mejor representación ciudadana.

“Sigue siendo importante recordar que la decisión no significa que no siga siendo imperativo reforzar la protección del derecho de voto”, finaliza.

Nativos americanos y comunidad latina

Jacqueline de León es abogado del Native American Rights Fund, considera que este caso “se trataba de una aplicación básica de los hechos ante la ley, y la ley estableció claramente una violación”.

La jurista espera que este resultado ayude a eliminar las situaciones que diluyen los votos de los nativos americanos. A propósito de Allen contra Milligan citó casos similares que han afectado a las comunidades nativas de Dakota del Sur, Dakota del Norte y Nuevo México en la última década.

Explica que en el proceso se trató de hacer ver que ciertas irregularidades no suceden más, cuando la realidad es otra. Ejemplificó con pueblos de nativos americanos que son fraccionados en dos y adjuntados a pueblos vecinos de población blanca, con lo cual se impide la representación del voto nativo.

Recuerda también que la Sección 2 es un instrumento clave para pelear este tipo de casos. Y agrega que tuvieron un éxito en este sentido con un caso que ganaron recientemente en el condado de Lyman, Dakota del Sur.

“Las autoridades se negaron a remediar la situación durante dos años. Si no hubiéramos tenido la Sección 2 para apelar, este caso hubiera tomado mucho tiempo”, detalla. Refiere que también ganaron un caso en el condado de Benson, Dakota del Norte, donde las irregularidades que se prolongaron por 10 años llegaron a un final.

Finaliza destacando que la victoria para Alabama también es un logro para los latinos, ya que “permite que se avance en el derecho al voto para todos”.

 

 

 

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