Tráfico: Medellín fue el lugar que me dio más esperanzas
Desde la ciudad de la primavera participó en el concurso latinoamericano Cazatalentos organizado por ACNUR, representó a Colombia en el concierto de Derechos Humanos Latinoamérica 2020 y colabora para que otros artistas puedan grabar su primer sencillo
Rapero, letrista y poeta venezolano, ese es Eurenyer Jesús Rodríguez Rivero, un joven de 27 años de edad, caraqueño y migrante venezolano en Colombia desde hace seis años.
Tráfico es su nombre artístico, lo tiene desde que incursionó en el canto, hace aproximadamente 12 años, y se lo debe al sentido de alerta y desesperación de la juventud, “de cuando se es adolescente y sobre todo se tiene un sueño tan grande como el de ser artista que uno empieza a sentir frustración porque hay metas y propósitos que no dependen de ti y están estancados como en el tráfico”, así describe el origen de su nombre artístico que además simboliza “una idea tras otra intentando salir y la aceptación de que no depende que tan buen piloto seas, sino de cómo se desenvuelven las cosas en tu mundo”.
Su vida en Venezuela ya era de artista, dejó los estudios diurnos de bachillerato para estudiar en las noches y en paralelo realizó estudios de Asistente Administrativo en el Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces), cantaba en el Metro de Caracas, tenía algunas presentaciones y escribía sus propias canciones.
Llegó el momento en que su carrera estaba en la cresta de la ola, tuvo muchas presentaciones, pero el pago por las mismas (debido a la hiperinflación) apenas le alcanzaba para el transporte y comerse algo, por lo que la situación económica de Venezuela lo llevó a irse del país y venir a Colombia, destino elegido porque lo consideró el país al que más fácil podía llegar con poco dinero y por recomendaciones de amigos.
La tercera es la vencida
Tráfico llegó a Cúcuta con la intención de cantar en los buses, pero en esa ciudad eran muchas las personas que ya hacían lo que él tenía pensado como su sustento de vida, así que decidió irse a Bucaramanga, en donde vivió un tiempo, pero con las mismas limitaciones laborales que encontró en la frontera, motivo que lo impulsó a seguir movilizándose hasta que llegó a Medellín.
“Cuando yo llego a Medellín y veo la hospitalidad del paisa, la bondad y la receptividad del público, de inmediato dije que quería quedarme aquí. Eso fue lo primero que yo me dije: vale la pena quedarme aquí porque, a pesar de que no tengo contactos, no conozco a nadie, la gente está más dispuesta a orientarte y si me esfuerzo y muestro lo que soy, sé que no me van a cerrar las puertas”, dijo Tráfico al resaltar que Medellín fue el lugar de Colombia que le dio más esperanzas para desarrollarse como artista.
El Rap de Tráfico tiene sentido social y poético, los mensajes de sus canciones son positivos, reflexivos y constructivos, a diferencia del under de la música urbana que siempre habla de los problemas del barrio.
Los conductores de buses de Medellín le dieron a Tráfico la oportunidad de mostrar su talento, fue en escenarios rodantes en los cuales este artista se dio a conocer, hoy día recuerda que cantar en los buses fue un salvavidas del que se sostuvo al menos dos años porque, aunque parezca fácil y sencillo, esa manera de ganarse la vida tiene sus complicaciones como por ejemplo la disputa de las rutas, peleas entre quien llega nuevo y quien ya tiene años viviendo de eso, entre otras situaciones que a la larga lo agotaron y lo hicieron buscar otra manera de vivir.
El trabajo social le cambió la vida
Cantar en los buses y vender por un tiempo lasañas (pasticho) fueron oficios que le ayudaron a Tráfico a mantenerse, sin embargo, acercarse a organizaciones sociales le cambiaron la vida.
La primera organización que conoció fue la Fundación Casa de las Estrategias, con la cual se capacitó en un programa denominado “Editores de Ciudad” que tenía como objetivo modificar la dinámica de la ciudad a través del periodismo, con incidencia social en los jóvenes, justo allí sus profesores le ayudaron a adentrarse en la escena artística.
A propósito de la pandemia y de la violencia de la que fueron víctimas cientos de mujeres, Tráfico escribió sobre el tema, junto a la artista colombiana Catto Puentes, y nació la canción “Eres tú”, con el fin de sensibilizar y mostrar rutas de apoyo a las mujeres, en un proyecto liderado por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
De manera simultánea y también en tiempos de pandemia, Tráfico participaba en proyectos de la fundación “Mi Sangre” del que surgió la canción “Bajo un mismo techo” la cual escribió junto a otros artistas y que se ha convertido en el himno de los migrantes como un grito de resiliencia e integración.
Conocer la fundación “Casa Loma” le permitió a Tráfico hacer su primer disco en una verdadera integración de artistas colombo-venezolanos del género urbano, el cual fue impulsado por la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).
Su sencillo que más suena en las calles, “Que lleguen”, es una mezcla de cumbia y rap y junto a Catto Puentes muestra en un pegajoso son que no hay diferencias entre colombianos y venezolanos.
En lo social, Tráfico ha conseguido desarrollar su carrera y con su música, llegar a la sociedad con mensajes de integración que contrarrestan la xenofobia, pero lo más importante es que en su labor social encontró el lado positivo de su vida, de su carrera y de él como persona.
Cantante y gestor pedagógico
A Tráfico le han ocurrido cosas buenas en lo profesional y en lo personal, cree que si viviera en Venezuela no sería la mitad del joven que hoy día es, pues a través del trabajo social ha conocido de Derechos Humanos, practicado la empatía, la solidaridad y el amor, valores que lo están llevando lejos, tan es así que ahora es Gestor Pedagógico de Canto, pasó de ser un beneficiario de un programa social de la fundación Casa Loma, a formar Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) y jóvenes en entornos vulnerables.
A través de la música, el canto y el arte, Tráfico motiva a NNA migrantes, refugiados y desplazados a encontrar en estos espacios una forma de alejarse de la violencia, incidir positivamente en sus vidas y generar entornos seguros.
Desde la fundación Casa Loma también colabora con artistas urbanos de Medellín a quienes busca en las calles para que graben su primer sencillo y de esa forma apoya a migrantes y colombianos para que muestren su talento.
Tráfico, además de cantante, es fotógrafo aficionado, talento que también pone al servicio de los demás artistas que no tienen recursos para la producción de sus portafolios, pues sabe que el artista debe mostrar su trabajo.
A sus 27 años, este artista está feliz en Colombia, ha hecho de Medellín su hogar no sólo porque ha sido afortunado y privilegiado con oportunidades, sino porque aquí y en la migración encontró su mejor versión.
Tráfico
IG: @traficomc
FB: TraficoMc Official