¿Qué podemos esperar del COVID en 2023?

Una nueva subvariante de Omicron, denominada XBB.1.5, es responsable del 40% de las infecciones de COVID 19 que se presentan actualmente en Estados Unidos. Es aún más frecuente en la costa este, representando el 75% de las infecciones.

Para la primera semana de enero, se le atribuían al menos el 43% de los casos conocidos en el país, según estimaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC por sus siglas en inglés.

Las autoridades sanitarias de Nueva York informaron de que la subvariante representa ahora cerca del 73% de los casos en la ciudad. Ha sido bautizada como “La variante Kraken”. Es la versión más transmisible hasta la fecha, según la Organización Mundial de la Salud.

El COVID largo, un síndrome postinfeccioso, también está afectando drásticamente a la calidad de vida de quienes lo padecen, lo que ha provocado que millones de personas abandonen la población activa.

Los expertos se preguntan sobre los orígenes de esta nueva subvariante. También se levanta la inquietud respecto a si las vacunas actuales –incluidas las de refuerzo actualizadas- pueden proporcionar una protección suficiente contra la XBB.1.5.

Además, hay inquietud sobre qué sucederá con el tratamiento de los contagiados una vez que el Paxlovid deje de ser subvencionado por la salud pública.

La pandemia no ha terminado

Esta afirmación pertenece al doctor Ben Neuman, virólogo jefe del Global Health Research Complex, en la Universida A&M de Texas. Y agrega: “Quien piense lo contrario, está muy mal informado”.

Para sustentar su afirmación, cita que el COVID-19 es actualmente la tercera causa de muerte en Estados Unidos, después de las cardiopatías y el cáncer.

En cuanto a la exigencia del gobierno de Estados Unidos a las personas que viajan desde China respecto a hacerse la prueba del COVID-19 para poder entrar al país,  Neuman advierte que faltan medidas de seguridad dentro del país y adicionalmente “Hay riesgo de aumentar la xenofobia contra los ciudadanos chinos”.

Agrega que, desde su punto de vista como virólogo, “Las prohibiciones de viajar son una herramienta política o de relaciones públicas, más que algo realmente eficaz contra el virus”.

El especialista alerta que los casos de COVID, que muchos esperaban que empezaran a seguir un patrón estacional similar a los de la gripe y la influenza, con picos y bajadas, han seguido aumentando sostenidamente.

A Neuman también le inquieta la falta de actualizaciones de la vacuna, de cara a la aparición de nuevas variantes. Según él, ninguno de los principales productores de vacunas ha anunciado planes para una actualización, y el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización de los CDC no se ha reunido para debatir sobre el coronavirus en meses.

El científico cree que la población ha adquirido inmunidad colectiva contra variantes antiguas del COVID. Sin embargo y debido a los largos tiempos de espera para las actualizaciones de vacunas, las personas que reciben la primera dosis o la dosis de refuerzo estarían protegidas contra cepas que ya no existen.

Con él coincide el doctor Oliver Brooks, quien es Director Médico en Watts Healthcare y alerta que muchas personas se están cansando de todas las medidas tomadas para protegerse del virus.

El especialista teme que la gente se haya vuelto complaciente. Cree que no se toma en serio el riesgo que aún representa el virus. Como dato concluyente, cita que la dolencia “Redujo en un año la esperanza de vida en el país”, según datos del año 2020. La cifra es de dos años menos para las comunidades negras.

“¿Necesitamos que muera otro millón de personas?”, dijo para llamar la atención de las autoridades y la población sobre los potenciales riesgos que se enfrentan.

Recursos del gobierno

Para Jill Rosenthal, directora de Políticas de Salud Pública del Center for American Progress, es preocupante que nos encontremos en pleno invierno justamente cuando se   están retirando los pagos federales para vacunas, pruebas y tratamientos contra el COVID.

La vocera apuntó que el Congreso no ha atendido las peticiones de la administración Biden de otorgar recursos adicionales para el COVID».

Añadió que le preocupa que la ausencia de financiación o una financiación mínima para las respuestas al COVID-19, empuje a que las comunidades con bajos ingresos no puedan someterse a las pruebas del COVID-19. “Es posible que no puedan pagar las tarifas de las pruebas”, lamenta.

Señala la “falta de visión del Congreso”, ya que considera imprescindible invertir en medidas existentes y mejoradas, el seguimiento de la enfermedad y la vigilancia. Según ella, el país ha quedado “sin preparación para futuras fases de la pandemia, incluido el actual aumento relacionado con la nueva variante”.

Considera que los consumidores van a tener que correr con los gastos de los tratamientos y las pruebas, en particular, y esto amenaza el acceso de las personas con bajos ingresos y sin seguro.

En cuanto a recomendaciones para enfrentar la situación, Rosenthal subrayó la importancia de la vacunación y de “Hacer las cosas que ayudan a protegernos”, como limitar la exposición a eventuales situaciones de contagio.

Refuerzos

Sophia Tan, investigadora científica de datos en la Universidad de California San Francisco, mencionó un estudio publicado recientemente por un equipo de la UCSF y la UC en Berkeley.

Según la fuente, se descubrió que la vacunación contra la cepa de la Omicron reducía el riesgo de que se produjera un brote de COVID-19. Los investigadores descubrieron que la vacunación más reciente conducía a mayores reducciones de potencial infección.

Todos los médicos que intervinieron en el encuentro con la prensa coincidieron en que se debe comunicar a la población la importancia de recibir los refuerzos, como una de las medidas más efectivas para evitar contagios de la nueva cepa.

Al doctor Brooks le inquieta que apenas el 15% de la población ha recibido el refuerzo bivalente actualizado. También recomienda que la gente siga usando mascarillas, se lave las manos, ingiera vitamina C, vitamina D y zinc, además de practicarse pruebas periódicas para detectar el virus.