¿Podremos escapar de nuestra fobia al sobrepeso?
La liberación femenina de los años 70 no logró salvar a las mujeres del juicio a sus cuerpos. Las redes sociales refuerzan el estereotipo, por lo cual una "dieta" que restrinja las mismas podría mejorar la autoestima
Los estadounidenses están engordando: se considera que un tercio de los residentes de EE. UU. tienen sobrepeso, según los estándares tradicionales del Índice de Masa Corporal o IMC. Y 2 de cada 5 adultos son obesos. Alrededor del 20 por ciento de los niños tienen sobrepeso u obesidad.
El aumento de peso se produce en medio de una cultura empeñada en exigir la delgadez, con presiones como como nuevos medicamentos para bajar de peso promovidos por celebridades y los influencers afirmando que cualquiera puede ser delgado.
El impacto cultural de un libro
En el año 1978, la doctora Susie Orbach, psicoterapeuta psicoanalítica y autora de renombre, publicó un libro que desafió las percepciones convencionales sobre el peso y la feminidad.
“Fat is a Feminist Issue” (El sobrepeso es un asunto feminista) se convirtió en una obra exitosa que exploró las complejas intersecciones entre el cuerpo, la identidad femenina y la cultura de la época.
En una reciente entrevista, la Dra. Orbach reflexionó sobre el contexto en el que escribió su obra revolucionaria y analizó cómo han evolucionado las actitudes hacia el peso y la imagen corporal desde entonces.
“La década de 1970 fue testigo del apogeo del movimiento de liberación de la mujer, conocido como la segunda ola del feminismo”, recuerda. Sin embargo, mientras se cuestionaban las normas sociales y se luchaba por la igualdad de género en diversos ámbitos, el tema del peso corporal y su relación con la feminidad permanecía en gran medida sin explorar.
Orbach señala que, en ese momento, la sociedad estaba lejos de ser obesa, pero aún persistía un estigma en torno al peso, lo que hacía necesario abordar esta cuestión desde una perspectiva feminista.
Una de las ideas más impactantes del libro fue la noción de que algunas mujeres elegían ganar peso como una forma de afirmarse en una sociedad que desvalorizaba sus cuerpos.
La autora sugiere que esta elección podría ser inconsciente y estar relacionada con la búsqueda de protección o la resistencia a las expectativas impuestas. Esta perspectiva psicoanalítica ofreció una nueva forma de entender la relación entre el peso corporal y la identidad femenina.
La doctora observa un aumento en la cultura de la fobia a la gordura, donde las personas son objeto de discriminación y juicio debido a su apariencia física. “Esta fobia se ha visto exacerbada por las industrias de la moda y la cosmética, que promueven estándares irreales de belleza y se benefician de la inseguridad de las personas”.
También señala un cambio en su práctica clínica, donde ahora atiende a personas de todos los tamaños corporales que dan por sentado que tendrán problemas con la comida y la imagen corporal. “Este fenómeno refleja la omnipresencia de la insatisfacción corporal en la sociedad contemporánea y la dificultad para encontrar armonía y aceptación con uno mismo”, dice.
Influencia de las redes sociales
El doctor Gary Goldfield, científico principal del Instituto de Investigación CHEO, aborda el impacto de las redes sociales en la autopercepción y la autoestima, así como la relación entre el uso de las redes sociales y la insatisfacción corporal.
“Las redes sociales han ampliado exponencialmente la exposición a ideales corporales poco realistas, lo que contribuye a la creciente insatisfacción corporal a nivel global”, reflexiona. Además, agrega que la alta prevalencia del uso problemático de las redes sociales plantea preocupaciones sobre su adicción y su impacto en la salud mental.
Un estudio experimental realizado por Goldfield y su equipo demostró que reducir el uso de las redes sociales durante tres semanas condujo a una mejora significativa en la autoestima y la imagen corporal de los participantes. Esta reducción en el uso de las redes sociales podría ser una estrategia efectiva para promover una imagen corporal más saludable.
Un estudio investigó la relación entre el uso de redes sociales y la insatisfacción corporal, encontrando una correlación significativa entre el tiempo dedicado a las redes sociales y la percepción negativa del cuerpo, basado en datos de 36,552 adultos jóvenes y adolescentes.
Para explorar si existe un vínculo causal, se realizó un estudio experimental con 220 jóvenes, que redujeron su uso de redes sociales de aproximadamente 3 horas al día a una hora durante tres semanas.
Aunque el grupo de intervención no alcanzó la meta de 60 minutos diarios, experimentaron una reducción del 50% en el uso de redes sociales.
Esta reducción se asoció con una mejora en la autoestima y la percepción corporal, sugiriendo un papel causal de las redes sociales en el desarrollo de la imagen corporal y trastornos alimentarios. Limitar el uso de redes sociales parece tener beneficios en este sentido.
Por otro lado, Jasmine Cannock, una voz destacada en el movimiento de positividad corporal, señaló la influencia de las redes sociales en la promoción de estándares corporales poco realistas.
Cannock compartió su propia experiencia como mujer negra y de talla grande en un mundo que valora ciertos ideales corporales, destacando la necesidad de un enfoque más inclusivo y realista hacia la imagen corporal.
Ambos expertos resaltaron la importancia de abordar críticamente las imágenes y mensajes en las redes sociales, así como de promover una cultura de aceptación y respeto hacia todos los tipos de cuerpos.
En última instancia, la conciencia y la acción son fundamentales para contrarrestar los impactos negativos de las redes sociales en la autoestima y la imagen corporal.