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En julio del año pasado un bebé murió en Georgia (Estados Unidos), luego de que le rompieran el cuello durante el parto en el hospital Southern Regional Medical Center. Ahora sus padres, Jessica Ross y Treveon Isaiah Taylor Sr, buscan justicia.
Treveon Isaiah Taylor Jr era el nombre del recién nacido, el cual murió a causa de una fractura en el cuello que ocasionó que se le desprendiera la cabeza, así lo aseguró la Oficina del Médico Forense del condado de Clayton, en Georgia.
A juicio del forense, la forma de muerte fue un homicidio, ya que el médico aplicó una «tracción excesiva» al cuello del bebé durante el parto. Sin embargo, esto no implica necesariamente una actividad criminal. Le corresponde a las autoridades locales decidir si presentarán cargos penales.
El informe forense detalló que Treveon murió por «fractura-dislocación con sección completa, columna cervical superior (C1-C2) y médula espinal», debido a «distocia de hombros, detención del parto y atrapamiento fetal en el canal del parto.
Pero la condición de diabetes inducida por el embarazo y la rotura prematura de membranas contribuyeron también a la muerte del bebé.
Por su parte, los padres acusaron al hospital de intentar encubrir los detalles del fallecimiento de Treveon. En una declaración emitida a medios locales, el Southern Regional Medical Center expresó que «debido al litigio actual» no podían hacer comentarios sobre el caso.
«Sólo quiero justicia para mi bebé», dijo el miércoles la madre de 20 años, quien hizo un llamado a las enfermeras que estuvieron presentes durante el parto a decir la verdad.
El caso está bajo investigación por el Departamento de Policía del Condado de Clayton y podría ser remitido a la oficina del Fiscal de Distrito.
Fuente: CNN