La democracia directa como motor de equidad
Permitir a los votantes decidir directamente sobre la salud pública, el salario mínimo y los derechos reproductivos, ha traído importantes avances para poblaciones vulnerables. Aunque han generado avances significativos, enfrentan crecientes amenazas de restricciones legislativas que dificultan su implementación y acceso. Organizaciones y líderes defienden activamente este proceso como un mecanismo crucial para fortalecer la democracia
En Estados Unidos, las medidas electorales —referendos y plebiscitos que permiten a los votantes decidir directamente sobre políticas públicas— han emergido como herramientas fundamentales para impulsar la equidad y transformar vidas. Sin embargo, este proceso de democracia directa enfrenta desafíos significativos, mientras defensores y organizaciones trabajan para proteger su impacto en temas clave como la salud, los derechos laborales y la justicia social.
El poder transformador de las medidas electorales
En una reciente rueda de prensa, Avenel Joseph, vicepresidenta ejecutiva interina de la Fundación Robert Wood Johnson (RWJF), destacó cómo las medidas electorales pueden abordar desigualdades que las legislaturas estatales a menudo pasan por alto. “Son un medio para avanzar en la equidad en salud, asegurando que todos, independientemente de raza, género o clase, tengan acceso a oportunidades de bienestar,” afirmó.
Joseph subrayó que estas iniciativas son especialmente relevantes en temas de salud pública, como la expansión de Medicaid, el acceso al aborto y las licencias por enfermedad pagadas, que afectan desproporcionadamente a las comunidades vulnerables. Según un estudio reciente de Health Affairs, más del 63% de las medidas electorales aprobadas entre 2014 y 2023 estuvieron relacionadas con la salud.
Por su parte, Chris Melody Fields Figueredo, directora ejecutiva del Ballot Initiative Strategy Center Foundation, explicó que estas iniciativas van más allá de la política: “Ayudan a las comunidades a convertirse en agentes de cambio dentro de nuestra democracia, abordando temas como el salario mínimo, la redistribución equitativa de distritos y la expansión de Medicaid.”
Impactos tangibles, transformando comunidades
El impacto de las medidas electorales es evidente en historias de éxito como las de Misuri, un estado que ha utilizado esta herramienta para lograr avances significativos. Richard Von Glahn, director político de Missouri Jobs with Justice, compartió algunos logros clave:
- Aumento del salario mínimo: Dos votaciones consecutivas lograron aumentos salariales progresivos, beneficiando a miles de trabajadores. Para 2026, el salario mínimo alcanzará los $15 por hora.
- Expansión de Medicaid: Más de 250.000 personas obtuvieron cobertura de salud gracias a una medida electoral.
- Licencias por enfermedad pagadas: Garantizaron que los trabajadores puedan cuidar de su salud y la de sus familias sin temor a perder ingresos.
Von Glahn narró historias como la de Fran Marion, una trabajadora que lideró campañas para estas iniciativas. “Fran tuvo que dejar a su hijo enfermo en casa porque no tenía otra opción. Estas políticas buscan eliminar esas decisiones imposibles,” comentó.
En otros estados, las medidas electorales también han sido decisivas:
- Aborto y derechos reproductivos: Votantes en siete estados aprobaron medidas para proteger el acceso al aborto, un tema crucial en un clima político polarizado.
- Redistribución equitativa de distritos: Iniciativas han corregido prácticas de gerrymandering que históricamente marginaban a comunidades minoritarias.
Amenazas a la democracia directa
A pesar de sus éxitos, las medidas electorales enfrentan crecientes amenazas por parte de legisladores que buscan limitar su alcance. Joseph alertó que en 2024 se presentaron 103 proyectos de ley destinados a restringir este proceso.
Un ejemplo particularmente preocupante es el de Florida, donde una ley que requiere un 60% de aprobación provocó el fracaso de una medida sobre el acceso al aborto, a pesar de contar con el apoyo del 57% de los votantes. Ahora se están considerando umbrales aún más altos, de hasta el 67%, lo que complicaría aún más la aprobación de iniciativas populares.
Fields también destacó el uso de tácticas como:
- Requisitos geográficos estrictos para la recolección de firmas.
- Lenguaje confuso en las boletas que desorienta a los votantes.
- Interferencia estatal directa, como enviar policías a las casas de firmantes de peticiones, algo que ocurrió en Florida.
“Estos ataques no son solo contra las medidas de votación, son ataques contra la democracia misma y los avances que hemos logrado como sociedad,” afirmó.
Una estrategia de defensa y acción
Para proteger este proceso, RWJF está invirtiendo en cuatro estrategias clave:
- Apoyo a organizaciones locales y nacionales que trabajen en abogacía, movilización y litigios para defender las medidas electorales.
- Concienciación pública sobre la conexión entre estas iniciativas y la mejora en salud y bienestar.
- Expansión del acceso a más estados donde las comunidades aún no cuentan con esta herramienta.
- Colaboración con otros actores filantrópicos para garantizar que las medidas electorales sigan siendo un vehículo de cambio.
El trabajo no termina el día de la votación
Los líderes coincidieron en que el éxito de una medida electoral no concluye con su aprobación en las urnas. Fields destacó la importancia de garantizar su implementación adecuada: “Debemos asegurarnos de que las clínicas reabran, que los médicos tengan recursos para brindar servicios y que los trabajadores vean mejoras reales en sus condiciones.”
Von Glahn añadió que es esencial mantener a las comunidades comprometidas. “Conectar los puntos entre estas políticas y sus impactos diarios es clave para preservar la fe en nuestra democracia.”
Las medidas electorales no solo son una herramienta poderosa de cambio, sino también una manifestación del poder del pueblo para moldear el futuro. Sin embargo, proteger este proceso frente a desafíos persistentes requiere un esfuerzo colectivo y constante.
Como resumió Joseph: “Defender las medidas electorales no es solo defender la democracia; es defender el derecho a la salud, la equidad y la justicia para todos.”