Hombre de Kansas City, Missouri, sentenciado a 10 años de prisión por secuestro y asesinato

El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó que un hombre de Kansas City, Missouri, fue sentenciado en un tribunal federal por su papel en una conspiración de secuestro que resultó en el asesinato de la víctima.

En un comunicado se precisó que Marco A. Sosa-Perea, de 27 años, fue sentenciado por la juez federal de distrito Roseann Ketchmark a 10 años en una prisión federal sin libertad condicional.

El 4 de enero de 2022, Sosa-Perea se declaró culpable de un cargo de conspiración para cometer secuestro. Los coacusados Jonathan M. Bravo-Lopez (también conocido como “Jonathan Vravo” y “Shadow”), de 28 años, y Juan D. Osorio (también conocido como “Spexx”), de 29 años, ambos ciudadanos de México, ilegalmente residentes en Kansas City, Missouri, fueron declarados culpables en el juicio el 16 de diciembre de 2022 de conspiración para cometer secuestro y secuestro con resultado de muerte.

Osorio también fue declarado culpable de ser un extranjero ilegal en posesión de un arma de fuego. Bravo-López también fue declarado culpable de reingresar ilegalmente a los Estados Unidos después de haber sido deportado en 2016. Aún no se han programado audiencias de sentencia para Bravo-López y Osorio.

La evidencia presentada durante el juicio indicó que Bravo-López y Osorio conspiraron para secuestrar a Cristian Escutia en un intento de robarle dinero. Transportaron a Escutia a través de las fronteras estatales de Missouri a Kansas antes de dispararle fatalmente el 3 de abril de 2017.

Bravo-López y Osorio acordaron comprar $300 de marihuana de Escutia como una artimaña para atraerlo a su plan de secuestro. El 3 de abril de 2017, Sosa-Perea llevó a Bravo-López y Osorio en el auto de su novia, un Chrysler Pacifica, a la residencia de Escutia.

Cuando Escutia salió de su residencia y se acercó al vehículo, Bravo-López y Osorio salieron del vehículo y lo confrontaron. Escutia fue obligada a subir a su vehículo a punta de pistola. Sosa-Perea, que se había quedado en el auto, los alejó del lugar del secuestro. El secuestro fue captado por el sistema de videovigilancia afuera de una residencia cercana.

Sosa-Perea condujo a sus coacusados ya la víctima del secuestro a la cuadra 200 de Donovan Road en Kansas City, Kansas. Obligaron a Escutia a salir del vehículo. Escutia recibió tres disparos en la cabeza y lo dejaron morir al costado del camino. Sosa-Perea luego condujo él mismo, Bravo-López y Osorio de regreso a Missouri desde Kansas.

Osorio, quien se encuentra ilegalmente en los Estados Unidos, estaba en posesión de una pistola semiautomática Action Arms Uzi calibre .45 cuando fue arrestado el 7 de abril de 2017.

Según los estatutos federales, Bravo-López y Osorio están sujetos a una sentencia obligatoria de cadena perpetua en una prisión federal sin libertad condicional. La sentencia de los acusados será determinada por el tribunal con base en las pautas de sentencia consultiva y otros factores legales. Las audiencias de sentencia se programarán después de que la Oficina de Libertad Condicional de los Estados Unidos complete las investigaciones previas a la sentencia.

Están a cargo de la acusación, en este caso los fiscales federales adjuntos Patrick C. Edwards y Matthew A. Moeder. Fue investigado por el FBI, el Departamento de Policía de Kansas City, Mo., y el Departamento de Policía de Kansas City, Kansas.

Fuente: Departamento de Justicia de EEUU