Transformando comunidades afectadas por el costo energético
El Fondo de Reducción de Gases de Efecto Invernadero resulta una valiosa herramienta en una era de transformación de los paradigmas energéticos mundiales
En una era de creciente conciencia climática, el Fondo de Reducción de Gases de Efecto Invernadero (GGRF, por sus siglas en inglés) surgió como una herramienta fundamental para abordar los desafíos ambientales y sociales en los Estados Unidos.
Descrito como la mayor inversión federal dirigida a la energía limpia y a combatir el cambio climático, el GGRF distribuirá $27 mil millones. De manera notable, 40% de los fondos se destinará a comunidades afectadas por la contaminación y que enfrentan costos energéticos superiores al promedio.
Pero, ¿cuánto saben estas comunidades sobre el GGRF o que es una parte clave de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) aprobada hace dos años?
A medida que los fondos se vuelvan disponibles, las organizaciones de base y los gobiernos locales deben tomar la iniciativa de solicitar subvenciones y aprovechar esta oportunidad única.
Un panel de expertos discutió recientemente el impacto del GGRF. David Widawsky, director de la Oficina del Fondo de Reducción de Gases de Efecto Invernadero de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los EE.UU., ofreció una descripción detallada del programa.
Explicó que el GGRF se estableció por la Ley de Reducción de la Inflación de 2022, declarando: “El Fondo de Reducción de Gases de Efecto Invernadero se estableció (…) con el fin de movilizar financiamiento y capital privado, para satisfacer las necesidades urgentes de nuestro país”.
Objetivos del GGRF
David Widawsky explicó que GGRF tiene cuatro objetivos principales:
- Abordar la crisis climática.
- Asegurar que EE. UU. mantenga su competitividad económica y energética.
- Promover la independencia energética.
- Proporcionar menores costos de energía y revitalización a comunidades históricamente rezagadas
Widawsky también enfatizó que el fondo se dirige específicamente a comunidades históricamente afectadas por la contaminación. Estas áreas desfavorecidas a menudo experimentan costos energéticos “de tres a diez veces más altos” en proporción a sus ingresos en comparación con otras regiones.
“Al reducir estas cargas, el GGRF no solo mejorará las condiciones ambientales, sino que también creará oportunidades de generación de riqueza para los negocios y residentes locales”, afirmó.
Asimismo, Widawsky destacó varios programas clave bajo el GGRF, incluidos:
- Proyectos residenciales de energía solar e iniciativas de eficiencia energética.
- Inversiones en transporte de emisiones cero
- Soluciones comunitarias de energía limpia a través del Programa de Subvenciones del Acelerador de Inversión en Comunidades Limpias.
Los $27 mil millones en subvenciones anunciados recientemente ya se están distribuyendo a 68 beneficiarios, en todo el país. Estos fondos ayudarán a financiar proyectos como instalaciones de energía solar, electrodomésticos energéticamente eficientes y transporte verde, beneficiando a las comunidades que más lo necesitan.
Además, los esfuerzos se centrarán en movilizar capital privado para apoyar la transición a energía limpia, asegurando que el impacto del GGRF se extienda más allá del futuro inmediato.
EPA: Información sobre protección del ambiente
Para aquellos que buscan más información, Widawsky alentó a las personas a explorar el sitio web de la Agencia de Protección del Ambiente o EPA, donde pueden acceder a información detallada sobre el GGRF y sus beneficios.
Subrayó la necesidad de que los líderes comunitarios y las organizaciones aprovechen los recursos disponibles, afirmando que este fondo es una “gran oportunidad para individuos, empresas y comunidades”.
Widawsky concluyó afirmando que “El GGRF, a través de su inversión histórica, representa un paso crucial hacia la reducción de gases de efecto invernadero, la promoción de la independencia energética y el impulso a la revitalización económica a largo plazo en las regiones más vulnerables de Estados Unidos”.
Abordando injusticias ambientales y desigualdad energética
El Fondo de Reducción de Gases de Efecto Invernadero (GGRF) está destinado a tener un impacto significativo tanto en el medio ambiente como en las comunidades marginadas.
Esta iniciativa tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero e invertir en comunidades históricamente afectadas por la contaminación, especialmente aquellas que sufren de inseguridad energética.
A la vanguardia de la defensa de la misión equitativa del fondo está Shalanda H. Baker, la primera vicerrectora de sostenibilidad y acción climática de la Universidad de Michigan. Baker discutió el contexto más amplio del GGRF, sus objetivos y los desafíos que enfrentan las comunidades desfavorecidas.
“Es genial ver a todos aquí. Hay mucha información que digerir. Creo que sería útil antes de entrar en los datos, hablar un poco sobre el contexto de todo esto,” dijo. Se refirió específicamente a las órdenes ejecutivas claves emitidas al inicio de la administración Biden-Harris que allanaron el camino para el enfoque del gobierno federal en la equidad.
Contexto y fundamentos
Baker destacó dos órdenes ejecutivas críticas que forman la base de la política climática de la administración Biden. La Orden Ejecutiva 13985, firmada el primer día de mandato del presidente Biden, tenía como objetivo promover la equidad racial y el apoyo a las comunidades desatendidas.
Baker subrayó la importancia de esta orden, enfatizando que requiere que todas las agencias federales examinen las barreras que enfrentan las comunidades desfavorecidas al acceder a los recursos federales.
“Realmente exigió que cada agencia federal examinara las barreras que enfrentan las comunidades para acceder a los recursos de esa agencia federal,” explicó Baker, señalando que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) fue uno de los actores clave en este esfuerzo.
Una semana después, se emitió la Orden Ejecutiva 14008, abordando la crisis climática. Dentro de ella se encontraba la Iniciativa Justice40, que promete que el 40 % de los beneficios de todos los programas federales enfocados en el clima, la energía limpia y la protección ambiental fluirán directamente a las comunidades desfavorecidas.
Estas dos órdenes ejecutivas proporcionan el contexto esencial para los objetivos del GGRF, dejando en claro que la equidad y la justicia ambiental no solo son centrales para el fondo, sino también pilares obligatorios de la agenda climática más amplia de la administración Biden.
“El Fondo de Reducción de Gases de Efecto Invernadero (GGRF) representa una oportunidad histórica para abordar tanto la crisis climática como las desigualdades sociales profundamente arraigadas”, apunta Baker.
GGRF: Más que reducir los gases de efecto invernadero
Añade que, al destinar una parte significativa de los fondos a comunidades marginadas y afectadas por altos costos energéticos y contaminación, el GGRF no solo busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino también impulsar la justicia ambiental y crear oportunidades de desarrollo económico.
“Mediante la inversión en proyectos de energía limpia, como energía solar, transporte de emisiones cero y mejoras en la eficiencia energética, este fondo tiene el potencial de transformar comunidades vulnerables, proporcionando empleos, reduciendo costos energéticos y mejorando la calidad de vida”, remata.
Sin embargo, considera que, para que esta transición sea exitosa, es crucial que los líderes comunitarios y las organizaciones locales participen activamente en la obtención de subvenciones y la implementación de proyectos, asegurando que los beneficios lleguen a quienes más lo necesitan. “El GGRF, con su enfoque en la equidad y la sostenibilidad, ofrece una hoja de ruta hacia un futuro más justo, limpio y próspero para todos”, concluye.
También puedes leer: En Kansas City, Missouri, aprueban $6,7 millones para casi 700 viviendas asequibles