«Es ilegal»: Recompensas para dar con migrantes en Texas suscitan rechazo
La recompensa de 5.000 dólares por información que permita detectar casas escondites para inmigrantes está comprendida dentro de la Operación Lone Star, del estado de Texas, bajo el gobernador republicano Greg Abbott
Activistas y organizaciones de derechos humanos han expresado su rechazo a los programas contra la inmigración irregular que ha emprendido el gobernador de Texas, Greg Abbott, entre ellos la iniciativa de ofrecer recompensas por información que permita detectar casas escondites en el estado, en el marco de la Operación Lone Star.
“El dinero debe provenir de fondos estatales de cualquier forma. Y eso es algo que diríamos que es ilegal y nuevamente es una prueba de que cosas como la Operación Lone Star no tienen nada que ver con mantener segura la frontera, no tienen nada que ver con mantenernos seguros a nosotros, los texanos”, explicó a la Voz de América Alicia Torres, de la organización Grassroots Leadership.
A inicios de abril, el Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS, por sus siglas en inglés) publicó un anuncio ofreciendo una recompensa de 5.000 dólares por información que lleve a la localización de “casas escondite”, donde los inmigrantes suelen ser albergados por los coyotes.
El departamento anunció estar “trabajando para identificar casas de escondite, operaciones de prensado de píldoras, laboratorios de conversión de metanfetamina y más”.
La dependencia policial asegura que tiene el objetivo de “combatir la actividad delictiva transnacional”, lo que incluye “detener a los criminales involucrados en la trata de personas, el contrabando de drogas y el contrabando de personas”.
La cuestión migratoria sigue siendo un asunto de alta política para Washington. El presidente Joe Biden prometió antes de llegar a la Casa Blanca atajar las causas fundamentales de la inmigración irregular que viene de Centroamérica, el Caribe y América Latina, principalmente, pero se ha encontrado con una férrea oposición republicana, que ha imposibilitado legislar al respecto a nivel federal.
“Mientras el presidente Biden se niega a hacer su trabajo y hacer cumplir las leyes de inmigración, Texas está tomando medidas sin precedentes para proteger a los estadounidenses y asegurar nuestra frontera sur», dijo el gobernador Abbott recientemente.
Migración y fentanilo, en la mira
Este viernes, Abbott publicó un breve reporte con cifras de detenciones de inmigrantes en situación irregular, así como las incautaciones de fentanilo, una droga que causa más de 100.000 muertes en EEUU cada año.
“Desde el lanzamiento de la Operación Lone Star, el esfuerzo de varias agencias ha llevado a más de 365.000 detenciones de inmigrantes ilegales y más de 27.000 arrestos criminales, con más de 24.000 cargos por delitos graves reportados. En la lucha contra el fentanilo, el DPS ha incautado más de 380 millones de dosis letales de fentanilo durante esta misión fronteriza”, indica el reporte.
Unas 261 casas para escondite han sido descubiertas desde que inició la operación.
Sin embargo, organizaciones pro derechos humanos a nivel global, como Human Rights Watch (HRW), han criticado duramente estos procedimientos para detener a los inmigrantes.
“En los primeros 16 meses de la Operación Lone Star, al menos 30 personas murieron y 71 resultaron heridas en persecuciones con vehículos a alta velocidad”, acusó esta semana HRW, citando cifras y testimonios de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), en una carta que dirigiera al Departamento de Justicia.
Abbott ha sido criticado por haber dado poderes a las autoridades locales para el control migratorio desde marzo de 2021, al lanzar la polémica operación que se ha dirigido a quienes son vistos como hispanos, especialmente en zonas limítrofes entre México y EEUU.
“En El Paso ya ocasionó que al menos existieran dos situaciones donde murieron migrantes perseguidos por los policías estatales”, dijo a la VOA Fernando García, de Border Network for Human Rights.
Otras instituciones como la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos y el Migration Policy Institute también han criticado la iniciativa republicana de Texas.
Alicia Torres, considera, en cambio, que se trata de un asunto partidista “una agenda política llena de odio”, por parte del gobierno estatal, en la persona de Abbott, concluyó.