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Los alcaldes de las ciudades estadounidenses de Nueva York, Chicago y Denver están trabajando para frenar el aumento en el flujo de los migrantes, esto, como resultado de la política de enviar personas indocumentadas en autobuses desde Texas.
En este sentido, las autoridades pidieron a los operadores de estos autobuses que coordinen de forma más organizada las llegadas bajo la amenaza de confiscaciones, multas e incluso penas de cárcel.
La semana pasada, 14 autobuses llenos de inmigrantes de Texas viajaron a la ciudad de Nueva York, el total más alto registrado desde la primavera del año 2022, así lo informó el alcalde Eric Adams, haciendo referencia al Centro de Llegadas de Solicitantes de Asilo de la ciudad.
Por decisión del gobernador de Texas, Greg Abbott, el estado de Lone Star ha transportado en autobús a más de 90.000 inmigrantes a las llamadas ciudades santuario (Washington, DC, Nueva York, Chicago, Filadelfia, Denver y Los Ángeles.
Este miércoles, el alcalde de Nueva York firmó un decreto a través del cual exige que todos los autobuses chárter que transportan a solicitantes de asilo a la ciudad cumplan con las reglas que determinan cuándo y dónde se puede dejar a los inmigrantes, además, exige que se notifique por escrito y con antelación a la llegada.
El decreto surge luego de que se registrase un importante aumento en los cruces ilegales en la frontera sur, los cuales tienen sobresaturadas a varias agencias de los Estados Unidos. Solo en el mes de diciembre, las autoridades fronterizas encontraron a más de 225.000 migrantes a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, lo que marca el total mensual más alto reportado desde 2000.
Fuente: CNN