EEUU lanza colección de estampillas en honor a la tradición hispana de las piñatas
La emisión de cuatro nuevos sellos con imágenes de coloridas piñatas coincide con el mes del reconocimiento de la herencia hispana en Estados Unidos que se extiende desde el 15 de septiembre al 15 de octubre.
El Servicio Postal de Estados Unidos lanzó este viernes su más reciente edición especial de estampillas, con la que rinde homenaje a una tradición de raíces globales que ha evolucionado con los siglos hasta convertirse en un símbolo universal de celebración.
La emisión de cuatro nuevos sellos con imágenes de coloridas piñatas coincide con el mes del reconocimiento de la herencia hispana en Estados Unidos y el inicio de un festival anual de Nuevo México, en el que esas piezas hechas a mano y predilectas de las fiestas son rotas cada hora y los niños pueden aprender a elaborar sus propias creaciones.
Las piñatas son sinónimo de fiesta, aunque su historia se ha desarrollado en etapas y se remonta a las rutas comerciales del siglo XVI entre América Latina y Asia, así como a los intentos de los misioneros españoles para convertir a las comunidades indígenas al cristianismo. Fue mediante bailes, música y las artes —incluida la elaboración de piñatas— como las historias bíblicas fueron diseminadas por todo el Nuevo Mundo.
Las piñatas se convirtieron en parte crucial de la celebración de las posadas, las festividades que se efectúan cada diciembre en México y otros países de América Latina para celebrar el nacimiento de Cristo. Los orígenes religiosos son evidentes en los diseños clásicos de las piñatas de la estrella de siete puntas y el burro, dijo Cesáreo Moreno, curador en jefe del Museo Nacional de Arte Mexicano en Chicago.
“Esos primeros misioneros realmente eran creativos en las formas en las que querían enseñar las historias bíblicas a los pueblos indígenas”, dijo Moreno. “Escenas de la Natividad, piñatas, posadas, todas esas cosas realmente funcionaron bien. Funcionaron tan bien que se convirtieron en parte de la cultura popular de México”.
Y todavía forman parte de la comunidad mexicana y las comunidades hispanas en general, sea en Chicago, San Antonio o Los Ángeles, agregó.
“La cultura no tiene fronteras. Dondequiera que se forme una comunidad, los integrantes tienen su cultura. La llevan consigo y pasa lo mismo con las piñatas”, declaró.
Piñatas importadas de México lucen en partes del Olympic Boulevard de Los Ángeles. En Nevada, Arizona y Nuevo México, muchas personas han convertido sus mesas de cocina y cocheras en fábricas improvisadas de piñatas, donde producen modelos con diseños solicitados específicamente por los clientes para fiestas de cumpleaños y eventos especiales.
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