Colombia anuncia reducción en su meta de erradicación de cultivos ilícitos
Las nuevas cifras suponen también un reto para el gobierno de Gustavo Petro
Colombia redujo su meta de erradicación de cultivos ilícitos en 20.000 hectáreas para el 2023. Un total de 30.000 hectáreas menos en comparación con la cifra del año pasado, que estaba fijada en 50.000.
Según el último informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) de Naciones Unidas, la nación sudamericana es la mayor productora de hoja de coca del mundo, con un total de 43.000 hectáreas en 2020 a 204.000 en 2021.
Ante este panorama, la Voz de América consultó con el investigador en conflictos armados, profesor de la Universidad Externado de Colombia y columnista, Néstor Rosanía, quien habló de esta nueva política contra las drogas que ha asumido el Gobierno del izquierdista Gustavo Petro.
“Lo que quiere el Gobierno Petro es no enfocarse directamente en los cultivos sino en los grupos que son los dueños de esos cultivos, para ver si de esa forma realmente hay una disminución importante”, opinó Rosanía. «Por eso se hace transformación de la meta e intenta con la lógica de paz total abarcar la mayor cantidad de municipios y grupos donde están localizados los cultivos ilícitos en Colombia».
De acuerdo con el investigador, la meta para el gobierno debe ser la desarticulación de disidencias de las FARC y bandas criminales que operan en departamentos como Nariño, y Putumayo, en el sur del país; en Norte de Santander, especialmente en la región del Catatumbo zona limítrofe con Venezuela, lugares que tienen un alto índice de siembra de cultivos de hoja de coca.
“El SIMCI ha dado un reporte que está cerca de los 200.000 hectáreas de hoja de coca, esa es la medición que da Naciones Unidas, Estados Unidos tiene una medición mucho más alta que pasa los 200, mientras que el ministerio de Defensa asegura que son 160.000”, agregó Rosanía.
El mandatario, Gustavo Petro, ha calificado la actual política de lucha contra las drogas, que se ha venido ejecutando desde gobiernos anteriores, como un fracaso, y recientemente en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, volvió a asegurar que esta es una política fallida y que hoy es el principal factor de la generación de la violencia en Colombia.
“La política que se ha establecido en el mundo contra las drogas desde hace unos 50 años -esa política es criminalizarlas- si se hace un balance en América sobre qué pasó con esa política uno no podría decir más que es un absoluto fracaso”, dijo el presidente Petro.
Luego del anuncio de las metas de erradicación de 20.000 hectáreas que se propone Petro para el 2023, el Departamento de Estado de Estados Unidos, dijo que Colombia está cerca de alcanzar máximos históricos en la erradicación de cultivos ilícitos y pidió hacer uso de todas las herramientas posibles para disminuir los cultivos.
“El nuevo anuncio hay que entenderlo en la nueva lógica que no quiere enfocarse en el eslabón más débil de la cadena, que es el pequeño productor, sino en otros eslabones de la cadena, incluyendo la desarticulación de las bandas criminales. Entonces yo creo que todo va a depender de convencer a Estados Unidos de que realmente hay un plan y una estrategia concreta más allá de la erradicación”, le explicó a la VOA María Alejandra Vélez, directora del Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas de la Universidad de los Andes.
Además, Vélez considera que la meta de erradicación propuesta por Colombia, tiene sentido teniendo en cuenta el giro que busca darle a la política de drogas.
“Si de lo que se trata es cambiar la política de drogas, pues no se podía seguir insistiendo en las estrategias que durante 50 años hemos hecho”, apuntó la experta. “Se dan dos anuncios clave, el primero reducir la meta de erradicación y el segundo es la gradualidad en la sustitución de cultivos ilícitos. Ambos apuntan a los mismo y es que el foco de la estrategia de la reducción de la oferta no sean los pequeños cultivadores de la hoja de coca”.
De las 50.000 hectáreas de hoja de coca que estaban propuestas para erradicar en 2022, en conjunto los grupos erradicadores de la Policía y el Ejército de Colombia lograron eliminar 40.000.