5.1 millones de niños estadounidenses en riesgo por deportaciones masivas, advierte nuevo informe
La separación familiar podría llevar a la pérdida del sustento económico en muchos hogares
Un reciente estudio del American Immigration Council (AIC) revela un panorama alarmante: 5.1 millones de niños ciudadanos estadounidenses viven con un familiar indocumentado.
La deportación masiva de estos padres o tutores no solo causaría un trauma emocional inmenso a estos menores, sino que también sumergiría a miles de familias en una crisis económica.
El informe, titulado “Deportación masiva: Costos devastadores para Estados Unidos, su presupuesto y su economía“, destaca que la separación familiar podría llevar a la pérdida del sustento económico en muchos hogares.
Amenaza al bienestar de los inmigrantes
Revela que una deportación masiva casi con certeza amenazaría el bienestar de los inmigrantes con estatus legal en Estados Unidos (e incluso, potencialmente, de los ciudadanos estadounidenses naturalizados) y sus comunidades; vivirían bajo la sombra de una aplicación de la ley armada mientras Estados Unidos persigue a sus vecinos y, como descubrieron los científicos sociales bajo la administración Trump, estarían propensos a preocuparse de que ellos y sus hijos pudieran ser los siguientes.
La visibilidad de una operación de deportación masiva, ya sea única o constante, probablemente cambiaría la manera en que muchos estadounidenses ven a su gobierno y podría amenazar el tejido social al aumentar el vigilantismo y los crímenes de odio.
Entre los principales hallazgos reseña que en 2022, en Estados Unidos vivían unos 11 millones de inmigrantes indocumentados, lo que representa el 3,3 por ciento de la población total del país.
Cifras claves
Entre enero de 2023 y abril de 2024, se liberó a otros 2,3 millones de inmigrantes deportables que también serían objeto de cualquier operación de deportación masiva.
Una operación única para deportar a estos inmigrantes costaría al menos 315 mil millones de dólares , desglosados de la siguiente manera:
El gobierno tendría que gastar 89.300 millones de dólares para realizar suficientes arrestos.
El gobierno tendría que gastar 167.800 millones de dólares para detener a los inmigrantes en masa.
El gobierno tendría que gastar 34.100 millones de dólares en procesamiento legal.
El gobierno tendría que gastar 24.100 millones de dólares en deportaciones.
El costo que implicaría
Deportar a un millón de inmigrantes al año implicaría un costo anual de 88.000 millones de dólares, y la mayor parte de ese costo se destinaría a la construcción de campos de detención.
De acuerdo con el informe de la AIC, se necesitarían más de diez años y la construcción de cientos o miles de nuevos centros de detención para arrestar, detener, procesar y expulsar a los 13,3 millones de inmigrantes en cuestión, incluso suponiendo que el 20% de esa población se marchara voluntariamente durante cualquier esfuerzo de deportación masiva que durara varios años.
Como los inmigrantes indocumentados representan hoy casi uno de cada 20 trabajadores, los costos a largo plazo de una operación de deportación masiva, si bien son difíciles de calcular, serían innegablemente enormes.
Aprietos financieros
Las empresas estadounidenses tendrían dificultades para cubrir puestos esenciales y, como resultado, reducirían la contratación de trabajadores nacidos en Estados Unidos y de inmigrantes autorizados para trabajar.
A esto le seguirían precios más altos e inflación, lo que pondría en aprietos financieros a todos los estadounidenses.
Las “operaciones de fugitivos” generalizadas en las que los agentes del ICE irrumpieran en hogares y negocios en todo Estados Unidos se convertirían en uno de los símbolos más visibles del gobierno federal.
Todos los estadounidenses (especialmente aquellos que viven en barrios con una gran población de inmigrantes o cuyo origen étnico les permite ser estereotipados como “extranjeros”) probablemente tendrían que demostrar, repetidamente, que no son deportables.
Devastación pura
El costo para los estadounidenses nacidos en Estados Unidos, en dólares de impuestos gastados y en producción económica perdida, palidece en comparación con la devastación que sufrirían los inmigrantes indocumentados y sus familias. Desarraigados de sus hogares y comunidades después de décadas en el país, enfrentarían un futuro incierto y la posible separación de sus familias, que incluyen a millones de niños ciudadanos estadounidenses que solo han conocido este país como su hogar.
Hablar de la enormidad de los costos fiscales y económicos de la deportación masiva no significa minimizar la importancia de este sufrimiento, sino reforzar lo radical que sería una campaña de deportación dirigida a millones de inmigrantes indocumentados, que han sido tan fundamentales para la economía y las comunidades estadounidenses.
“No hay manera de emprender una deportación masiva sin cambiar fundamentalmente el gobierno federal, la economía nacional y, en última instancia, los propios Estados Unidos”, concluye el informe de la AIC.
Fuente: American Immigration Council