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Eran las dos de la mañana cuando una joven madre, en ropa interior, cargando a su bebé de cuatro meses, huyó corriendo por las calles oscuras y solitarias de Kansas City. La habían echado de casa. El mismo lugar donde, horas antes, su pareja la había arrastrado por el cuello, empujado contra el clóset, y finalmente obligado a quedarse con él bajo amenazas, todo mientras se recuperaba de una cesárea reciente. No tenía llaves. No tenía celular. No tenía a nadie.
“Mi plan era llegar a la estación de bomberos”, relata. No confiaba en nadie, ni en los desconocidos que se ofrecieron a ayudar, ni en el sistema que, una vez más, terminó fallándole. Esa madrugada, cuando llegó a pedir ayuda, la policía ya estaba enterada. Su agresor, más hábil, los había llamado primero. “Dijo que yo lo agredí. Sabía que yo no tenía cómo defenderme, sin teléfono, sin pruebas. Iba a ganar él”.
Y ganó. Esa noche, pese al miedo, pese a las marcas, pese al testimonio, la oficial le dijo: “O te vas sin tu hija o te quedas con él”. Decidió quedarse. “¿Cómo me iba a ir sin mi bebé?, ¿Y si se la lleva y no la vuelvo a ver?”, se pregunta aún con angustia.
La invisibilidad de la violencia de género
Esta es solo una de las cientos de historias invisibles que ocurren cada año en Missouri, un estado que registra cifras alarmantes de violencia de género. En 2023, el Departamento de Salud y Servicios para Personas Mayores de Missouri reportó más de 36,000 denuncias por violencia doméstica, siendo Kansas City una de las ciudades con mayor número de incidentes. Y, sin embargo, los refugios están saturados, los recursos son limitados y la protección efectiva, muchas veces, llega tarde —o no llega nunca.
Según el National Coalition Against Domestic Violence, 1 de cada 3 mujeres en Missouri ha experimentado violencia física o sexual por parte de su pareja íntima. Y aunque existen leyes de protección, órdenes de restricción, líneas de emergencia, la experiencia en la calle —y en los juzgados— suele contar una historia diferente.
“Me dijeron que si lo denunciaba, lo iba a estar ayudando”, continúa ella. “Porque entonces sí podría obtener sus papeles, quedarse con mi hija y yo quedarme sin nada. Me amenazaba todo el tiempo con eso.” La manipulación, como en muchos casos, no fue solo física. Fue emocional, psicológica, legal. “Hasta la abogada me pidió $10,000 para divorciarme. Yo no tengo ese dinero. No tengo familia aquí. No tengo adónde ir.”
La violencia no siempre se ve. No siempre hay golpes, aunque en su caso sí los hubo. También hubo insultos constantes, humillaciones por salir sola, celos enfermizos, grabaciones falsas para incriminarla, amenazas de deportación. Y una sombra constante: el temor de que, en cualquier momento, él desaparezca con su hija.
“Un día fui a dejarle la bebé, y vi una caja de mudanza con dirección a Puerto Rico. Sacó pasaporte al hijo… algo están planeando.” Su voz tiembla. No por debilidad, sino por la memoria viva del miedo.
Las trabas de la justicia
Mientras tanto, ella sigue buscando ayuda. Llama a abogados, acude a servicios sociales. Pero se topa con tarifas imposibles, oficinas colapsadas, falta de orientación en español. “No tengo problema con el inglés, pero en mi idioma es más fácil entender todo. Y no hay casi nada en español.”
Lo más doloroso, sin embargo, no ha sido el abandono institucional, ni siquiera las agresiones. Ha sido la soledad. “Te sientes sola. Literalmente sola. Nadie da seguimiento. Nadie te protege.” Un sistema que, en teoría, está diseñado para cuidarla, la obligó a volver con su agresor. La dejó a su merced.
En un estado donde más de 40 mujeres fueron asesinadas por sus parejas solo el año pasado, y donde muchas otras viven bajo amenazas, Missouri sigue en deuda con sus víctimas. La historia de esta mujer, una entre miles, es un espejo de lo que ocurre cuando la justicia llega con ojos cerrados y oídos sordos.
Hoy, sigue en Kansas City. Luchando por su hija, por su hijo, por salir adelante. No denuncia públicamente por miedo. Pero habla. Y al hacerlo, da voz a todas aquellas que, como ella, caminan de madrugada por la ciudad, cargando a su bebé, en ropa interior, buscando un refugio que aún no encuentran.
La identidad de la entrevistada fue resguardada por seguridad. En Te Lo Cuento News nos apegamos al derecho de la víctima de no ser mencionada.
Vías para la atención de las víctimas
El Departamento de Policía de Kansas City, Missouri, responde a aproximadamente 5,000 llamadas por violencia doméstica al año. Esto representa un promedio de casi 14 llamadas diarias solicitando ayuda.
El Departamento de Justicia define la violencia doméstica como un patrón de comportamiento abusivo en cualquier relación, utilizado por una pareja para obtener o mantener poder y control sobre la otra. La violencia doméstica puede consistir en acciones físicas, sexuales, emocionales, económicas, psicológicas o tecnológicas, así como en amenazas u otros patrones de comportamiento coercitivo que influyen en otra persona dentro de una relación de pareja.
«Hemos visto demasiadas víctimas de homicidios por violencia doméstica en nuestra comunidad este año. Nuestra Ciudad, nuestras organizaciones, nuestro fiscal y nuestro jefe están ahí para apoyar a todos aquellos que buscan seguridad. Orgullosos de estar con nuestras organizaciones de apoyo que hacen el trabajo cada día para que los sobrevivientes sepan dónde pueden ir en busca de ayuda», declaró Quinton Lucas, alcalde de Kansas City, Missouri.
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Según los CDC, aproximadamente 1 de cada 4 mujeres y casi 1 de cada 10 hombres han sufrido violencia sexual de contacto, violencia física o acoso por parte de su pareja.
La Unidad de Violencia Doméstica del Departamento de Policía de Kansas City (KCPD) se dedica a comprender el abuso en las relaciones de pareja. Se capacita continuamente con colaboradores comunitarios dedicados exclusivamente a ayudar a las víctimas de abuso. Además, la Unidad asiste a personas que sufren acoso y acecho, maltrato a personas mayores, violaciones de la libertad condicional, robos por violencia doméstica y daños a la propiedad causados por violencia doméstica.
Recursos disponibles para víctimas de violencia doméstica
HOTLINE
Llame al 816-HOTLINE o al 816-468-5463.
Este teléfono está disponible las 24 horas y podrá obtener información gratuita sobre vivienda, ayuda financiera, ayuda médica, servicios de consejería y albergues.
Casa de la Esperanza del Este del Condado de Jackson
816-461-HOPE (4673)
Hope House ofrece refugio seguro y confidencial para adultos y niños, y funciona como un hogar seguro a corto plazo. Hope House también ofrece terapia para adultos y niños.
Rose Brooks
816-861-6100
La misión del Centro Rose Brooks es romper el ciclo de la violencia doméstica para que las personas y las familias puedan vivir libres de abuso. Cada año, Rose Brooks ayuda a cientos de sobrevivientes de violencia doméstica, sus hijos y mascotas, a buscar refugio mientras escapan de la violencia, mientras que miles más reciben servicios fuera del refugio a través de innovadores programas comunitarios.
Casa Synergy/Refugio Seguro de Kansas City North
816-321-7050
Servicios Synergy ofrece atención para ayudar a personas y familias a encontrar un alivio inmediato tras la violencia. Los programas incluyen líneas telefónicas de crisis, albergues de emergencia, viviendas de transición, servicios terapéuticos, defensa, mentoría y programas de prevención de la violencia.
Newhouse, noreste de Kansas City
816-471-5800
Newhouse es el refugio para víctimas de violencia doméstica más antiguo de Kansas City. Ayuda a sobrevivientes de violencia doméstica a escapar del abuso y encontrar un refugio seguro. Newhouse es ahora el segundo refugio en el área metropolitana de Kansas City que cuenta con un abogado. El objetivo de su programa de servicios legales es empoderar a las sobrevivientes y ayudarlas a comprender y desenvolverse en el proceso legal civil y penal.
Centro Mattie Rhodes
Mattie Rhodes
816-471-2536
El Programa de Violencia Doméstica se inició en junio de 2000. El Centro Mattie Rhodes ofrece consejería y apoyo para ayudar a mujeres maltratadas física y emocionalmente a recuperar sus vidas. El programa presta especial atención a las mujeres hispanas e hispanohablantes que, por diversas razones, no suelen utilizar los recursos comunitarios existentes para escapar de hogares violentos.
Grupo AdHoc Contra el Crimen
AdHoc
816-753-1111
Proporciona referencias y terapia para víctimas de delitos violentos.
Línea Nacional de Violencia Doméstica
Línea Directa
800-799-SAFE (7233)
Jennifer Miller, Defensora de Víctimas de la Oficina de Servicios a Víctimas de la División de Delitos Violentos, está disponible para hablar con cualquier víctima de un delito sobre el programa de Compensación para Víctimas de Delitos . Puede contactar a Jennifer al 816-234-5205 o a Jennifer.Miller@kcpd.org .
Además, cada estación de patrulla del KCPD cuenta con un trabajador social que puede brindar recursos. Puede llamar a cada estación y solicitar hablar con el trabajador social.
Si eres abogado o trabajas en una organización social que pueda ayudar a esta víctima de violencia doméstica, escribe al correo press@telocuentonews.com. En Telocuentonews buscamos conectar a nuestras comunidades con soluciones y ayudas para sus problemas.
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