#MeToo: ¿Qué significa la anulación en Nueva York de la sentencia a Harvey Weinstein?
La revocación en Nueva York de la sentencia por abuso sexual contra el exproductor Harvey Weinstein tomó por sorpresa al movimiento #MeToo, que reaccionó con un llamado renovado a proteger a las víctimas y la promesa de que continuarán su lucha
La revocación en Nueva York de la sentencia por abuso sexual contra Harvey Weinstein sorprendió a las más de 80 víctimas que denunciaron al exproductor cinematográfico y conmocionó al movimiento MeToo, que reaccionó con la promesa de que “no irán a ningún lado”.
El caso contra Weinstein, un ex peso pesado de Hollywood acusado de utilizar su influencia para exigir favores sexuales durante décadas, fue el inicio de la viralización del MeToo, cuando en 2017 la actriz estadounidense Alyssa Milano utilizó el hashtag con esas dos palabras para visibilizar sus denuncias contra el exejecutivo y alentó a compartir historias similares.
Ahora, la anulación el jueves de la condena a Weinstein por la Corte de Apelaciones de Nueva York ha reabierto viejas heridas y puesto en entredicho el ajuste de cuentas en EEUU a figuras poderosas con conducta sexual inapropiada, además de cuestionar qué puede constituir pruebas factibles en un juicio.
¿Por qué se anuló la condena a Weinstein en Nueva York?
En 2020, Harvey Weinstein fue condenado tras ser declarado culpable de violación y abuso sexual contra dos mujeres, quienes testificaron en la corte.
Más de cuatro años después, un tribunal aceptó la apelación del equipo legal del exproductor y dictaminó 4-3 que el juez no debería haber permitido otros tres testimonios de mujeres que afirmaron ser agredidas por Weinstein. Estos cargos no formaban parte del caso que se juzgaba en ese momento.
El abogado de Weinstein, Arthur Aidala, argumentó en su apelación que el juez también influyó en el juicio al dar permiso a los fiscales para confrontar a Weinstein, si decidía testificar, sobre hechos que sucedieron décadas atrás.
Los testimonios sobre “malos actos previos” generalmente no son permitidos en juicios en Nueva York según la llamada regla Molineux, que data de 1901, y sobre la que basó el tribunal de apelaciones para considerar al procedimiento como injusto.
Las declaraciones de las tres víctimas fueron permitidas entonces porque los fiscales creían que las pruebas obtenidas de estas historias ayudaría a refutar la afirmación de Weinstein de que los encuentros con las dos denunciantes fueron consensuales.
Aunque los jueces de la mayoría dijeron que estaba basado en una ley de larga data en el estado, uno de los magistrados en contra de la decisión, Anthony Cannataro, calificó la anulación como “un desafortunado paso atrás respecto de los avances recientes en nuestra comprensión de cómo se cometen los delitos sexuales”.
#MeToo, triunfos y grandes expectativas