Incursión en Rafah aumentaría la mortalidad y debilitaría aún más el sistema de salud

A la OMS le preocupa profundamente que una operación militar a gran escala en Rafah pueda provocar un baño de sangre. Más de 1,2 millones de personas se encuentran actualmente refugiadas en la zona, muchas de las cuales no pueden trasladarse a ningún otro lugar.

Una nueva ola de desplazamiento exacerbaría el hacinamiento, limitaría aún más el acceso a los alimentos, el agua y los servicios de salud y saneamiento, lo que provocaría un aumento de los brotes de enfermedades, un empeoramiento de los niveles de hambre y una mayor pérdida de vidas.

Sólo el 33% de los 36 hospitales de Gaza y el 30% de los centros de atención primaria de salud funcionan de alguna manera en medio de repetidos ataques y escasez de suministros médicos vitales, combustible y personal.

Como parte de los esfuerzos de contingencia, la OMS y sus socios están trabajando urgentemente para restaurar y reanimar los servicios de salud, incluso mediante la expansión de los servicios y el posicionamiento previo de suministros, pero el sistema de salud quebrantado no podría hacer frente a un aumento de víctimas y muertes que que causaría una incursión en Rafah.

Los tres hospitales (Al-Najjar, Al-Helal Al-Emarati y Kuwait) actualmente parcialmente operativos en Rafah dejarán de ser seguros para los pacientes, el personal, las ambulancias y el personal humanitario cuando las hostilidades se intensifiquen en sus alrededores y, como resultado, rápidamente. volverse no funcional. El Hospital Europeo de Gaza en el este de Khan Younis, que actualmente funciona como hospital de referencia de tercer nivel para pacientes críticos, también es vulnerable, ya que podría quedar aislado e inaccesible durante la incursión. Ante esto, el sur quedará con seis hospitales de campaña y el Hospital Al-Aqsa en la Zona Media, sirviendo como único hospital de referencia.

Como parte de los esfuerzos de contingencia en curso, la OMS, sus socios y el personal del hospital han completado la primera fase de restauración del Complejo Médico Nasser, incluida la limpieza y la garantía del funcionamiento del equipo esencial. La sala de urgencias, nueve quirófanos, la unidad de cuidados intensivos, la sala de maternidad, la unidad de cuidados intensivos neonatales y el departamento de pacientes ambulatorios ya están en funcionamiento parcialmente, y allí trabajan personal nacional junto con equipos médicos de emergencia.

Para aliviar la carga de los hospitales, la OMS y sus socios están estableciendo centros de atención primaria de salud y puntos médicos adicionales en Khan Younis, la zona media y el norte de Gaza, así como colocando previamente suministros médicos para que estas instalaciones puedan detectar y tratar enfermedades transmisibles y no transmisibles. enfermedades y tratar heridas. Se está construyendo un nuevo hospital de campaña en Al Mawasi, en Rafah.

Se ha establecido un gran almacén de la OMS en Deir al Bala y se ha trasladado allí un volumen considerable de suministros médicos desde los almacenes de la OMS en Rafah, ya que podrían resultar inalcanzables durante la incursión. Estas medidas ayudarán a garantizar el rápido movimiento de suministros a Khan Younis, la Zona Media y el norte de Gaza cuando sea necesario.

En el norte, la OMS y sus socios están intensificando sus esfuerzos para reabastecer y ampliar los servicios en los hospitales Kamal Adwan, Al-Ahli y Al-Awda, además de apoyar el traslado de pacientes muy enfermos a hospitales donde puedan recibir el tratamiento que necesitan. sobrevivir. También hay planes en marcha para apoyar la restauración del Hospital Amigo del Paciente, centrándose en los servicios pediátricos.

A pesar de los planes y esfuerzos de contingencia, la OMS advierte que se espera una mortalidad y morbilidad adicionales sustanciales cuando se produzca la incursión militar.

La OMS pide un alto el fuego inmediato y duradero y la eliminación de los obstáculos para la entrega de asistencia humanitaria urgente a Gaza y a través de ella, en la escala que se requiere.

La OMS también pide que se respete la santidad de la atención sanitaria. Las partes en conflicto tienen las coordenadas de las instalaciones de salud: es imperativo que estén protegidas activamente y sigan siendo accesibles para los pacientes, los trabajadores de la salud y los socios. Debe garantizarse la seguridad de los trabajadores sanitarios y humanitarios. Quienes se esfuerzan por salvar vidas no deberían tener que poner en peligro las suyas propias.