Elecciones y confianza
Shirley Weber, secretaria de Estado de California, considera que el voto “Es un proceso simple, pero se incluyen muchos pasos para que sea más seguro. Eso genera preguntas en la gente”
Las elecciones estadounidenses de medio mandato suceden en un momento de alta polarización, después de una contienda presidencial polémica y una manifestación en el Capitolio que terminó con un saldo fatal.
Por si fuera poco, hay más de 300 candidatos que no aceptan los resultados de las elecciones anteriores.
Sin embargo, a pesar de todo lo enfrentado en 2020 a causa de la pandemia y de los números récord de votantes, los expertos aseguran que esa contienda fue la más segura de la historia.
“Estamos confiados en que estas serán iguales”, dice Derek Tisler, asesor del Programa de Elecciones y Gobierno del Centro Brennan para la Ley y la Justicia. “Es verdad que enfrentamos nuevos retos, especialmente si votan por correo. Por ejemplo, Georgia y Texas pasaron leyes con requisitos adicionales de verificación de identidad para estos votantes”, agrega.
La gente pregunta si sus votos van a ser contados. “Para muchas personas, las elecciones terminan cuando depositan su boleta. Pero después los encargados de las oficinas electorales revisan y cuentan todas las boletas para asegurarse de que han sido incluidas.
Esto sucede en público, con representantes de partidos políticos y medios. Todos pueden
ir a ver este proceso”, responde Tisler.
Acota que se prioriza la precisión sobre la rapidez y casi nunca se dan resultados la misma noche. “Lo que se sigue a través de las noticias es una combinación de votos contados con proyecciones. El resultado final puede tardar días o semanas, porque hay que verificar que se cuente cada voto”.
En lugares como Pensilvania y Wisconsin, los votos por correo apenas se comienzan a contar el día de las elecciones, por esto se pueden demorar más, a diferencia de otros estados que comienzan a procesar de inmediato los votos por correo o adelantados.
Explica que no es un sistema centralizado, porque no es único, son 50 sistemas. “Se administra por cada estado, aunque hay leyes federales que protegen a todos los votantes. Pero la certificación depende de cada entidad”.
Sistema seguro
Shirley Weber, secretaria de Estado de California, considera que el voto “Es un proceso simple, pero se incluyen muchos pasos para que sea más seguro. Eso genera preguntas en la gente”. Y reitera: “Como funcionarios electos, hacemos todo para asegurarnos de que los votos sean contados”.
Reconoce que existen problemas con quienes deniegan elecciones, han aumentado los litigios, la gente introduce pleitos y quejas en su condado. Sin embargo, “Todos los intentos respecto a las elecciones de 2020 han fracasado en nuestras cortes. No tienen base”.
Tisler concuerda. “Hemos visto información falsa sobre el proceso de votaciones, a través de personas que afirman que hubo fraude en el 2020. Esto ha sido negado en investigaciones y cortes”. Lamenta que haya “gente que compra cualquier teoría sobre por qué su candidato perdió, y terminan sumándose a teorías de complot, por más que no haya evidencias o no estén arraigadas en la realidad”.
El representante del Centro Brennan explica que, cuando la persona vota de manera presencial, el oficial confirma la elegibilidad del votante. “Lo mismo sucede con la identidad de quienes reciben boletas por correo. Estas últimas deben ser enviadas a más tardar el día de las elecciones”.
Weber recuerda por su parte que todo el mundo debe firmar su boleta. “Incluso hemos llegado a buscar a votantes que olvidaron firmarla. Deben asegurarse de que su boleta de correo sea entregada antes de la fecha límite. Las boletas rechazadas seguramente no cumplieron con alguno de estos requisitos”.
La funcionaria acota que se le puede hacer seguimiento a la boleta. “Cada una tiene un número asignado. Recibí una notificación sobre la mía en menos de 24 horas”. Tisler detalla que todas las máquinas de votación están certificadas y son probadas en público. Hay un proceso de auditoría para verificar las cuentas.
Los resultados se comparten cuando todos los votos son contados, pero aún no son oficiales. “Hay que comparar los récords disponibles. Si los resultados son cerrados se puede pedir reconteo. Es otra oportunidad para corregir las cuentas”, de acuerdo al experto.Solo cuando hay certeza de que los resultados son correctos, los oficiales los certifican.
“Lo más importante por parte de los votantes es hacer un plan. Si se va a votar en persona, deben verificar su lugar de votación, asegurarse de cuál identificación necesitan y llevarla”.
En caso de imprevistos
Para reportar cualquier contratiempo durante el proceso electoral, se puede llamar al 866 OUR VOTE o recurrir a los funcionarios electorales. “Si algún votante se siente amenazado, puede llamar directamente a la policía”, aconseja Tisler.
En cuanto a las acciones que se pueden tomar si las autoridades de un estado se niegan a certificar una elección, el vocero reitera que tienen la obligación legal de hacerlo. “No se pueden negar sin fundamento o porque no les gustan los resultados”.
Sobre los cambios de precintos electorales que no son notificados a los votantes, Tisler cree que lo mejor es verificarlos durante el plan previo a la votación. “Es algo frustrante e inaceptable para lo votantes”. Apunta que existen leyes para impedir que se hagan cambios de este tipo muy cerca de las elecciones.
En cuanto a situaciones aisladas de intento de interrupción del proceso mediante intimidación, aclara que esto es ilegal a nivel estatal y federal, pero los funcionarios están preparados para minimizar estas interrupciones. Añade que, afortunadamente, los casos de intimidación son aislados y poco comunes.
Sin embargo, según la experiencia de Weber “Es difícil encontrar trabajadores para centros de votación, ya que es un trabajo de voluntariado y pueden recibir intimidación. Ayudamos siempre para asegurar que haya trabajadores en todos los centros”.
Revela que, aunque hay que tener 18 años para votar, han visitado escuelas para educar a los estudiantes sobre el proceso. “Les hacemos seguimiento para darles la bienvenida cuando puedan votar. Estudiantes de 16 y 17 años ya pueden trabajar en los centros de votación”.
Dereck Tisler finaliza señalando que “Las elecciones son complejas y el hecho de que cada estado tenga sus propias leyes al respecto, agrega más a la complejidad”. También aconseja que “Los votantes deben aprender más sobre el proceso de votación, para hacer a sus funcionarios locales las preguntas que crean convenientes”.
Weber, por su parte, recuerda que “La gente puede venir y mirar, es transparente, quienes tienen preocupaciones son bienvenidos para que observen”. Y sentencia: “Nuestro proceso es seguro y confiable”.