El gobierno de Nicaragua despoja al obispo Rolando Álvarez de su nacionalidad
El prelado había rechazado formar parte de un grupo de 222 opositores presos que el jueves fue puesto en libertad e, inmediatamente, expulsado del país, con destino a Estados Unidos.
El obispo nicaragüense Rolando José Álvarez, crítico con el gobierno de Daniel Ortega, fue condenado este viernes a 26 años y 4 meses de prisión y despojado de su nacionalidad, informaron fuentes judiciales.
Álvarez, una de las voces más fuertes de la Iglesia católica en Nicaragua fue condenado por los supuestos delitos de traición a la patria, obstrucción de funciones, agravada desobediencia en perjuicio de la sociedad nicaragüense y difusión de noticias falsas, informó el magistrado Octavio Rothschuh, presidente de la Sala Uno del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM), al leer la sentencia.
La sentencia se da a conocer un día después de que el gobierno de Ortega excarcelara y expulsara de Nicaragua a 222 presos políticos que tenía en diversas cárceles del país.
Según Ortega, Álvarez se rehusó a ser enviado a Estados Unidos, por lo que lo tildó de “terrorista” y “desquiciado” al no aceptar la posibilidad de ser puesto en libertad a cambio de ser desterrado y renunciar a su nacionalidad.
“Yo no sé qué piensa este señor, que frente a una decisión del Estado nicaragüense, dice que él no acata, una resolución de un tribunal de justicia del Estado nicaragüense que lo está mandando a irse del país y, total, no podíamos enviarlo”, aseguró Ortega el mismo jueves, en rueda de prensa. “Eso si no lo permitían en el acuerdo la autoridades norteamericanas, montar a la fuerza al que no quisiera irse a los Estados Unidos”.
Álvarez, de 56 años, se encontraba bajo arresto domiciliar hasta este miércoles 8 de febrero, a la espera de un juicio en su contra el cual estaba previsto para el 15 de febrero, sin embargo, el proceso fue adelantado sin conocerse las razones.
Finalmente, el prelado ha sido trasladado a la cárcel conocida como ‘La Modelo’, una de las más grandes en Managua, en donde se prevé que cumpla la condena.
La Iglesia católica de momento no se ha pronunciado frente a las acciones impuestas por las autoridades en contra del prelado, sin embargo, cuando fue detenido en agosto de 2022, el papa Francisco manifestó su “preocupación y dolor” por la situación en Nicaragua.
Asimismo, el pontífice expresó su convicción y deseo de que por medio de un diálogo abierto y sincero se puedan encontrar las bases para una convivencia respetuosa y pacífica”.
Fuente: VoA Noticias