Pittsburgh y Filadelfia marcan el pulso político de Pensilvania
Las primarias del 20 de mayo en Pensilvania mostraron dos caminos distintos: Pittsburgh eligió cambio con Corey O’Connor, mientras Filadelfia ratificó a Larry Krasner y su agenda progresista
Las elecciones primarias del 20 de mayo de 2025 dejaron en evidencia dos realidades políticas contrastantes en Pensilvania. Mientras Pittsburgh optó por un cambio en su liderazgo municipal, Filadelfia reafirmó su compromiso con una agenda progresista. Dos ciudades, dos caminos, un mismo estado que vive una transformación silenciosa de cara a las elecciones generales de noviembre.

En Pittsburgh, la sorpresa: el alcalde Gainey pierde su reelección
En un resultado que pocos anticipaban, el alcalde Ed Gainey —quien hizo historia en 2021 al convertirse en el primer afroamericano en liderar Pittsburgh— fue derrotado en las primarias demócratas por Corey O’Connor, contralor del condado e hijo del fallecido exalcalde Bob O’Connor. Con un mensaje centrado en la rendición de cuentas fiscal, la seguridad pública y el estancamiento en temas como la vivienda asequible, O’Connor convenció a una mayoría de votantes demócratas que buscaban una administración más efectiva y cercana.
Este cambio de rumbo refleja un creciente descontento con el ritmo de los avances en la ciudad. Aunque Gainey presumía de una disminución en los homicidios y un enfoque comunitario, su gestión no logró consolidar alianzas clave ni resolver tensiones con organizaciones sin fines de lucro sobre contribuciones fiscales. La derrota es también un llamado de atención para las fuerzas progresistas en la ciudad.

Filadelfia apuesta por la continuidad progresista con Larry Krasner
En contraste, Filadelfia reafirmó su identidad como bastión progresista al respaldar nuevamente a Larry Krasner para un tercer mandato como fiscal de distrito. Con una carrera marcada por reformas profundas en el sistema de justicia penal, Krasner venció al exjuez Pat Dugan, quien prometía una postura más dura frente a los delitos violentos.
A pesar de las críticas por parte de sectores conservadores y de algunos legisladores estatales que han intentado destituirlo, Krasner mantiene una base sólida de apoyo entre votantes que priorizan los derechos civiles, la rendición de cuentas policial y la reducción de encarcelamientos masivos. Su victoria representa no solo la defensa de un modelo de justicia alternativa, sino también un rechazo claro a la narrativa punitiva.
Dos visiones en disputa
La simultaneidad de estos resultados resalta la complejidad del mapa político de Pensilvania. En Pittsburgh, la narrativa del cambio se impone sobre la continuidad, mientras que en Filadelfia, la estabilidad progresista se percibe como un camino necesario. Ambas ciudades están marcando el tono del debate electoral rumbo a noviembre, donde las decisiones locales podrían tener eco nacional.
En un estado que a menudo decide elecciones presidenciales, lo que ocurre en sus grandes urbes es más que un reflejo municipal: es una señal del ánimo colectivo, de las prioridades ciudadanas y de los nuevos equilibrios que están por definirse.