Centroamérica: ¿está en expansión el cultivo de hoja de coca?
La guerra contra las drogas en Colombia, Perú y Bolivia han llevado a cárteles del crimen organizado a buscar otras áreas donde plantar la hoja de coca
Centroamérica tiene las condiciones agrícolas ideales para el cultivo de la hoja de coca, la materia prima de la cocaína, un hecho que los cárteles de la droga mexicanos han comenzado a aprovechar.
Honduras y Guatemala son los países de la región con más avance en la producción de la coca, según un estudio publicado por la revista especializada Environmental Research Letters, y expertos consultados por la Voz de América.
La calidad del suelo, el clima y la topografía centroamericana han permitido que desde 2017 proliferen en estos países los “cultivos experimentales” de la hoja, que han ido en aumento.
“Desde 2017, grupos criminales organizados (no pequeños propietarios) han estado estableciendo plantaciones de coca en Centroamérica para la producción de cocaína”, señala el estudio, firmado por ocho investigadores y expertos ambientalistas de varios países.
Esto “ha roto el largo monopolio de América del Sur sobre la producción de hoja de coca para el comercio mundial de cocaína y ha generado preocupaciones sobre la futura expansión en el istmo”, agrega la investigación.
Según los informes de erradicación de plantaciones de coca, entre 2017 y 2022 en Honduras fueron destruidas 36 plantaciones de hoja de coca. Guatemala destruyó 17 en el mismo periodo.
“Esta expansión ya está bastante fuerte en Centroamérica, especialmente en Honduras, que tiene plantaciones y laboratorios muy grandes donde cultivan la hoja de coca y la procesan en pasta base o en cocaína. Esto no es una hipótesis, es una realidad”, dijo a la VOA Douglas Farah, investigador de crimen organizado en América Latina.
Los grupos criminales detrás de la expansión de los cultivos de hoja de coca en la región son la Mara Salvatrucha (MS13) en alianza con carteles de México, entre ellos Jalisco Nueva Generación.
Se presume que los grupos criminales mexicanos están financiando las plantaciones de coca en América Central para disminuir su dependencia de los exportadores colombianos; reducir los costos y los riesgos del transbordo de drogas a larga distancia y aumentar las ganancias.